Domingo, 14 de abril 2019, 00:37
Con la continua caída de población, los pequeños municipios de la provincia de Salamanca siguen cerrando bares debido a que la iniciativa privada ya no obtiene una rentabilidad económica a mantener abiertos los establecimientos. Ante esta situación los consistorios de las localidades más pequeñas han optado por ofrecer ayudas con las que frenar este éxodo rural y garantizar el ocio de las personas que viven en los pueblos.
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Alconada, Carpio de Azaba, Berrocal de Salvatierra, Tenebrón, Colmenar de Montemayor, Molinillo, Monforte de la Sierra, Madroñal, La Cabeza de Béjar, Valdehijaderos, Narros, La Calzada de Béjar, Campillo de Salvatierra, Navacarros, Fuenterroble de Salvatierra, Cantagallo, Bercimuelle, Pizarral, Navalmoral de Béjar, Sorihuela, Peromingo son ejemplos en los que las corporaciones han tenido que tomar medidas con el fin de que los pocos habitantes tengan un espacio en el que compartir vivencias con sus convecinos.
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