Así se prepara el belén viviente más conocido de la provincia

Horas de trabajo y tiempo dedicadas de forma altruista darán de sí el próximo lunes, 26 de diciembre, a la hora más brillante del año en Santiago de la Puebla. Será a las 17:30 horas cuando Mateo Arias se convierta en el panadero de la aldea de Belén, Pedro Antonio Hernández en el herrero, y Fermín Mulas se transforme en San José. De hecho, este último vecino lleva semanas dejándose crecer una barba que única y exclusivamente llevará para reflejar más fielmente al padre de Jesucristo.

Todo esfuerzo es poco cuando llega al momento más esperado del año en Santiago de la Puebla con la celebración de su tradicional belén viviente, una representación famosa en toda la provincia y que muchos tienen apuntada en su agenda navideña como una cita para no perderse.

Así, la antigua plaza de la localidad se transformará el próximo lunes en la aldea de Belén y por ella transitarán alrededor de 80 personajes de la época. Cada una con su papel.

Esta será la octava ocasión en la que los vecinos volverán a dar vida a un belén viviente que nació en 2014: la primera representación fue en la víspera de Reyes, la segunda en Navidades y desde entonces lo fueron repitiendo hasta 2019. La pandemia hizo que no pudiera celebrarse en 2020 y 2021, una suspensión dolorosa para los vecinos que ahora no quieren perder esta ocasión especial para volverse a unir en torno al nacimiento de Jesús.

Pedro Antonio Hernández es uno de los más comprometidos con el belén viviente de su pueblo y durante el resto del año trabaja en mejorar todo lo que tiene que ver con el decorado. De hecho, este año ha construido una nueva fachada para la posada. Pedro Antonio es además una de las piezas clave durante el proceso de montaje, ya que actúa de coordinador. El lunes se convertirá en el herrero y promete dar muestra de su arte en la fragua, como si hubiera dedicado toda su vida a fundir el hierro.

José Carrera también participa en el montaje y se traslada estos días desde Salamanca para echar una mano, al igual que Agustín Sánchez y Agustín Arias, que no serán figurantes pero sí ayudan en cuanto es preciso. Desde el miércoles hasta el sábado dedicarán ocho horas diarias a construir todo el decorado. “Cuando se puede se viene a ayudar”, apunta José Carrera. Poco a poco van dando forma a espacios que acogerán la quesería, la panadería, la fragua, la posada, la frutería... además de ‘construir’ el río o un lago. Todo para dar vida a uno de los belenes más populares de la provincia.

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