Miércoles, 8 de marzo 2023, 11:00
Ciudad Rodrigo cuenta con Arancha Cabrero Jiménez como policía municipal. Hace ya quince años que tiene esta profesión con la que soñaba desde que era pequeña: “Cuando preguntaban qué quería ser yo siempre decía policía o militar, o las dos cosas”, dice risueña. En su familia no había policías, por lo que la inquietud salió de ella, algo que cogió por sorpresa a sus padres.
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Representar a una figura de autoridad siendo mujer no siempre le resultó fácil: “Ahora la gente me conoce desde hace tiempo, y es diferente, pero al principio sí me sucedía alguna vez, sobre todo al tratar con personas mayor, que miraban a mi compañero, se dirigen a los hombres”, recuerda. Todavía se mueve en una profesión mayoritariamente de hombres, y es que, asegura, “soy la única mujer en el cuerpo; estamos veinte hombres y yo; siempre ha sido así”. Adora el ambiente de trabajo, pero reconoce que pocas mujeres se abren camino: “Estuve de tribunal de oposiciones hace poco, y no salió ninguna mujer; fue una decepción”, lamenta.
Matiza, además, que al comenzar su andadura, no había uniformes de mujer: “Tuve que pedir chaleco y pantalones, aunque la jefatura se portó muy bien y me trajeron lo que necesitaba. Sobre todo el chaleco era un problema, porque necesita la forma para los pechos”, recalca.
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