Gran incendio en 2005 a escasos kilómetros de Agallas. FOTOS: CASAMAR

49.000 árboles para dar nueva vida a la castigada Sierra de Gata salmantina

La reforestación se enmarca dentro de un proyecto medioambiental de la Junta | El objetivo es restaurar el monte público “Baldío y Sierra” que un incendio arrasó en el año 2005

Viernes, 18 de octubre 2019, 18:00

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la empresa pública REE (Red Eléctrica de España) forman parte de un renovador proyecto ya oficial, una iniciativa que pretende paliar las consecuencias de devastación forestal que sufrió el monte situado a unos cinco kilómetros de la localidad de Agallas trazando una línea recta.

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El monte “Baldío y Sierra”, ubicado en la Sierra de Gata y perteneciente al Ayuntamiento de Agallas, se verá beneficiado de esta recuperación mediante la plantación de 49.000 plantas arbóreas de seis especies autóctonas como el pino, la encina, el rebollo, el madroño, el mostajo y el tejo, a lo largo de 73 hectáreas que no se han regenerado tras el incendio sufrido en agosto de 2005.

La Junta de Castilla y León pone así de manifiesto su preocupación por la recuperación de terrenos mejorando la cubierta vegetal con un aprovechamiento racional y sostenible de los recursos, acción que genera beneficios múltiples encaminados a proteger los valores naturales.

A la replantación se suman acciones encaminadas a la conservación, mejora del medio natural y fijación de CO2

Los objetivos se centrarán también en la fijación de CO2 en la atmósfera, así como a la restauración de “El Rebollar”, hábitat declarado Lugar de Interés Comunitario. Además estas acciones irán encaminadas a reducir la erosión del suelo y luchar contra la creciente amenaza del ya activo cambio climático.

Desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se trasmite un carácter prioritario a la recuperación de terrenos desarbolados dentro de los múltiples objetivos enmarcados en la política forestal.

Aunque el incendio responsable de esta necesidad de replantación sucedió hace casi quince años, el actual alcalde de la localidad recuerda de primera mano asistir al penoso espectáculo en el que casi 7.000 hectáreas de arboleda quedaron reducidas a cenizas, transformando en apenas un día un paisaje de gran riqueza ambiental en una escombrera. Actualmente, la zona cuenta con mayores medidas de seguridad.

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