COMO dice mi amigo Alfredo Flores, Fiscal jubilado, en la vida hay que torear salga lo que salga por los chiqueros. Y estas fechas corre ... por las redes un meme de una plaza de toros, el diestro hincado de rodillas frente a la puerta de toriles - rotulada con el 2022 -, con el capote abierto, dispuesto a recibir al burel con una larga cambiada. La leyenda reza: “Y que sea lo que Dios quiera”.

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Ya tiene fecha la corrida política, el 13 de febrero. Aparecen acartelados Alfonso Fernández, el maestro “Mañueco”; Fernando Pablos, el “Álgebras”; y Luis Fuentes (no Bejarano), el “Sanpelayense”. Las cuadrillas deberán estar confeccionadas el próximo día 10. Pero ya pueden sacar los billetes, que se acaban y la jefa de la reventa es la tránsfuga María Montero, que quiere pillar cacho. La lidia será apasionante. Veremos quien corta orejas y rabo, cual hace una faena de aliño, y quien cosecha división de opiniones (taurinamente – como ustedes saben -, unos en su padre y otros en su madre).

Este improvisado cronista de toros, ha recibido la noticia cantando por Juanita Reina el Francisco Alegre: “En los carteles han puesto un nombre que no lo quiero ni ver...”. Cuando creyó que el áspero Pablos, no podía concurrir una cuarta vez (según las normas del propio PSOE) va y se cuela de nuevo en cabeza. Y es que el “Álgebras”, aunque matemático, no sabe leer - o no sabe contar -, cree en las encuestas amañadas del CIS de Tezanos, y deforma los resultados. Observo también con curiosidad a Luis Fuentes, que en su día logró torear la corrida de Beneficencia (presidir las Cortes), con escaso lucimiento por falta de preparación, y ahora le acartelan en una plaza de segunda, en una feria cualquiera. Su jefe, Francisco Igea, médico de digestivo, ha recetado a sus correligionarios ¡que traguen!, se ha animado - ¡al toro, que es una mona! -, y ha dispuesto que en la pucelana plaza de Jumillano torea él, para que su indigesta voz regrese al ruedo, bueno, al hemiciclo de las Cortes castellanoleonesas. Sin peones ni varilargueros, porque la escabechina ciudadana va a ser histórica. ¿Cómo Cagancho en Almagro? Como Manolo Yesteras, al que su peón de confianza Bojilla, tras el desastre de presentación en Madrid, le espetó al llegar al hotel: “Maestro, queda usted despedido”.

Ustedes son el público, los votantes, es decir, taurinamente “el respetable”, a quienes tan poco respeto se les tiene habitualmente. Les recomiendo - con Benítez Carrasco -, “al toro de la pena, darle un mantazo;/ al toro de la envidia, tres capotazos;/y al toro de la lágrima, darle con prisa/ la larga afarolada de una sonrisa”.

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