Si ya era difícil la relación entre los ciudadanos y las administraciones públicas, la cita previa de la covid vino a complicarla todavía más. Algunas ... instituciones públicas han dado órdenes expresas de que la quiten, pero ahí sigue todavía en muchas ventanillas.
Publicidad
La pandemia obligó a establecer algunas medidas que se han convertido en vicios difíciles de erradicar. Y si encima das con algún trabajador jeta, que los hay como en todos los sitios, date por fastidiado y vuelve mañana o dentro de un mes. La cita previa en las administraciones se ha convertido en una herramienta de la que se abusa descaradamente.
Todos conocemos a alguien que ha tenido que hacer cualquier trámite en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en Hacienda o en cualquier otra institución y no ha podido pasar de la cinta que flanquea la puerta. “Si solamente es para hacer una pregunta”, dice un hombre junto al de seguridad. Da lo mismo.
Y del temor al contagio al maldito virus, que era la excusa perfecta para que no pisáramos las oficinas administrativas si no era con hora, hemos pasado a la picaresca. Ya no existe el virus para casi nada, excepto cuando tienes que hacer un “papeleo”. Entonces vale cualquier cosa para no atender al ciudadano que se presenta en la ventanilla a realizar sus trámites. “Venga usted mañana”, decían antes y ahora.
Publicidad
Trabajadores en vías de jubilación, autónomos que tienen que hacer gestiones para continuar con el difícil día a día de sacar adelante su negocio o simplemente para renovar el certificado digital que en estos tiempos es necesario para todo, se encuentran con las ventanillas correspondientes cerradas. Con el agravante de que el ciudadano cuando se acerca a las administraciones muchas veces es porque no hay manera de que alguien te coja el teléfono.
Es como cuando llamas al centro de salud, lo raro es que te contesten, aunque ya pasaba lo mismo antes de que estallara la pandemia que ha justificado todo, incluidos muchos despropósitos.
El malestar y la indignación se repiten. Fundamentalmente entre las personas de más edad que tienen más dificultades para realizar gestiones por internet. Además, conseguir una cita previa no siempre es fácil.
Publicidad
La Junta anunció el lunes que desaparece la cita previa para todo, con algunas excepciones, como Servicios Sociales, donde continuará siendo necesaria y porque ya estaba implantada antes de la pandemia.
Las órdenes de que los trabajadores públicos nos tienen que atender sin solicitarlo con antelación parece que se han dado. Otra cosa bien distinta es que se cumplan y lo que habrá que hacer es vigilar para que los jetas no se aprovechen.
Publicidad
El Ayuntamiento de Salamanca ha trasladado desde hace tiempo la disposición, pero lo cierto es que hace unos días si querías un certificado de empadronamiento, de la puerta no pasabas sin cita.
En esto, como en otras muchas cosas, si te enfrentas a un funcionario con sentido común te atenderá sin ningún problema porque, al fin y al cabo, como dice el profesor de Derecho Administrativo Diego Gómez Fernández, la administración está para servir a los ciudadanos y no para servirse de ellos.
La pandemia ha puesto de manifiesto que falta mucho sentido común. Si un trabajador de una administración está libre lo que tiene que hacer es atender al ciudadano, haya pedido o no la cita. Pasa en las dependencias policiales con el asunto del DNI o el pasaporte. Si das con alguien con dos dedos de frente y no has llamado previamente, sales de allí con el nuevo documento en la mano. De lo contrario, igual con suerte vuelves mañana.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.