Siempre me ha gustado la percusión, bongos y tambores que dan alegría, tristeza, entretenimiento. Los tambores llaman la atención. Tambores de aviso, tambores de ceremonia ... o tambores de guerra. Tambores lejanos que sonaban este fin de semana en Madrid por la sanidad pública.
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Ahora que lo pienso, el sonido de la batucada parece que no será suficiente para solucionar un problema de mayor envergadura y que no afecta solo a Madrid.
Los profesionales de la sanidad se marchan por miles a Europa donde sus sueldos se triplican, se ven abocados a tomar la vía de la emigración porque en España, no solo en Madrid, no encuentran futuro. Y ahora me pregunto, ¿dónde está el culpable?
Creo que una comunidad autónoma no puede solventar el problema sin acumular restricciones en otras cuentas sin la ayuda del Estado y de Europa. Desde hace semanas venimos avisando del otoño-invierno que nos espera en cuanto a movilizaciones, han abierto la caja de pandora médicos y transportistas y aún seguimos buscando culpables sin abrir la puerta a la negociación.
Ahora la culpa parece que es del empresario que, por cierto, sigue esperando ayudas concretas a una situación creada primero con la covid y ahora la guerra de Ucrania.
Sin embargo, debemos tener claro que si bajan los márgenes de beneficios en las ventas, que también bajan, un empresario no puede acometer la mejora de salarios con los niveles de inflación que se están produciendo.
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Resulta que ahora se modifica el Código Penal para “homogeneizarlo”, esta es la palabrita, al resto de países del entorno europeo, desaparece el delito de sedición, y desaparecerá el de malversación y todos felices porque somos más democráticos.
¿Les parece que este debe ser el primer objetivo?, yo creo que no, porque alguien se preguntará...¿y los sueldos?, ¿y los tipos de interés?, ¿y los precios?, ¿para cuando la “homogeneización?”.
No nos engañemos, estas sí son preocupaciones para quien no llega a fin de mes. Las movilizaciones y las batucadas no serán la solución, quienes deben tomar decisiones deben acelerar el paso porque cada minuto que pasa la situación tiende a empeorar.
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En resumen, creo que abaratar el Código Penal sin el mayor consenso o no conseguir la renovación del Consejo General del Poder Judicial no me parecen los mejores caminos y han sido las noticias más relevantes de los últimos días.
Pienso que las miradas y las acciones se deben centrar en los problemas reales que estamos sufriendo los ciudadanos.
Las movilizaciones han comenzado pero no son la solución, creo que los esfuerzos se deben encaminar a abrir las mesas de diálogo y negociación sin partidismos inútiles porque nos estamos jugando el presente y el futuro, no se pueden cerrar sin acuerdos porque la situación como ven, puede llegar a ser insostenible.
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