El pasado martes no puede asistir, como hubiera deseado, a la mesa redonda “Salamanca, un set de rodaje”, celebrada en los “Cines Van Dyck” dentro ... de la interesante semana cultural promovida por LA GACETA y la Junta, “El alma de nuestra tierra”, y en la que se están abordando distintas realidades salmantinas en busca de dar con la fórmula que tanto se nos resiste: rentabilizar recursos.

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Tenemos los recursos, diría que más que nadie y la lista es interminable, pero nos cuesta pulirlos, organizarlos, venderlos, en muchos casos hasta descubrirlos. Por ello, es de suma importancia que los medios locales -como hace nuestro periódico a través de sus múltiples foros abiertos a la sociedad a la que sirve- se involucren activamente en impulsar las infinitas posibilidades de desarrollo que, en no pocas ocasiones, los propios agentes políticos y económicos son incapaces de ver y valorar.

Ciñéndonos a la mesa “Salamanca, un set de rodaje”, en la que se exhibieron los cortos del salmantino David Aguado rodados para la ocasión, se destacó el gran escenario que es Salamanca para atraer distintas producciones, ya sean comerciales o publicitarias, pero el problema viene justo aquí, pues tendemos con mucha facilidad a que se nos llene la boca con “Salamanca”, como si fuera la única ciudad del mundo, la única Plaza del mundo, la únicas tapas del mundo, y por supuesto la única universidad del mundo. Dicho en román paladino, que Ridley Scott rodara en Salamanca hace ya varios lustros, todo un privilegio, no quiere decir que esto sea Hollywood.

Nuestras ciudad y provincia como set de rodaje tiene las mejores mimbres, como bien supieron desde David Lean a Martín Patino, pasando por Antonio Mercero, pero los tiempos de esperar a que alguien pregunte por nuestra cara bonita, quedan ya muy lejos y es necesaria toda una infraestructura comercial y de promoción para dar a conocer nuestras virtudes, nuestros paisajes, nuestras facilidades, una infraestructura que vaya más allá de lo local para poder acceder a los suculentos mercados internacionales.

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En román paladino otra vez: lo que no vale es contratar a alguien sin garantías profesionales para montar un congreso de jeques, ya fueran de Oriente Medio o de Barrio Sésamo.

Y llega mi epílogo de siempre, se trate de cine, turismo o de atraer estudiantes de Iowa, hacen falta equipos, idiomas e inversión. Lo demás viene solo.

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