La cita es mañana, y espero que sea un gigantesco plebiscito a favor de la Constitución y el sentido común. En la dialéctica perversa de ... Iván Redondo -y demás ideólogos y periodistas apesebrados de esta farsa-, si aceptamos su particular ejercicio del derecho de gracia, seremos españoles magnánimos, pero, en caso contrario, solo caben los antónimos, o sea, que seremos ruines, mezquinos, cicateros, porque no queremos diálogo ni concordia con Cataluña, sino que acariciamos la venganza contra unos pacíficos patriotas. Para mear y no echar gota. Cuando menos el 60% de los españoles que nos oponemos – incluidos votantes socialistas -, seríamos ruines, mezquinos. ¿También Felipe González, Alfonso Guerra, César Antonio Molina, García Page, Nicolás Redondo, Leguina, Corcuera y un largo etcétera de notables del PSOE?. También. Al narciso y verriondo de poder Sánchez, no hay quien lo pare. Miento, nosotros podremos, ejerciendo el derecho constitucional de manifestación (ya saben, mañana en la Plaza de Colón de Madrid, a la hora del Ángelus). La Justicia declarando arbitrarios los indultos. ¡Pero si se les va a dar lo que no quieren!

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Y después vendrá la mesa de negociación, de Estado a “Estado”, al ritmo de la sardana de las monjas y tomando una calçotada, para negociar un referéndum que – como buena trampa saducea -, el sanchismo dirá que es simplemente consultivo y los herederos del sinvergüenza de Puyol y los correligionarios del sibilino tuerto, dirán que es decisivo para volver a proclamar su aldeana Republiqueta. Nuestro patrón San Juan de Sahagún, que se celebra hoy, pacificó los bandos ¡definitivamente!, no hasta la próxima gresca o exigencia, y todos aceptaron y firmaron la concordia. Pero Sánchez no es precisamente un Santo; quiere pacificar cediendo, sin consultar a nadie, lo que constitucionalmente no puede; y cuenta con la oposición de una inmensa mayoría de españoles, incluidos catalanes.

Sobre la manifiesta ilegalidad del posible perdón, remito a los lectores al impecable, incontestable artículo-dictamen de ABC de ayer, firmado por el mas que ilustre penalista Enrique Gimbernat, obviamente hijo de catalanes, y tenido por progresista. Un intelectual de alto coturno que se moja, dando ejemplo a otros cobardes. En resumen, sostiene que la Sala Tercera del Tribunal Supremo puede entrar a conocer la motivación y tumbarla, a la vista del “volveremos a hacerlo”, y “métanse el indulto por donde les quepa”. Es mas, la renuncia por carta de Junqueras a la vía unilateral, es una sutil invitación al gobierno para convertirlo en coautor del delito, aceptando la negociación de un referendum bilateral sobre la independencia.

Sánchez, como en la mitología, navega ahora por un estrecho canal de agua entre dos monstruos, uno en cada orilla o acantilado : Escila, que devora a todo el que se acerca, y Caribdis, que provoca remolinos para naufragar. Queriendo seguir en el macho, debe darle a los separatas lo pactado, porque si no le retiran su decisivo apoyo en las Cortes y debe abandonar la Moncloa; y si se lo concede e indulta, sucumbirá en las próximas elecciones. Con un detalle conocido : los indepes son insaciables. ¿Cómo la pollita del cuento?. Si, la llevaba el cliente posada en el hombro, y devoraba la ración de berberechos, y todos los pinchos que pusieran sobre la barra. Ante el asombro del tabernero, el dueño aclaró que se había encontrado con la lampara de Aladino, la frotó, salió el complaciente genio y le pidió una polla insaciable, o sea. La glotonería catalana, su “hambre de buey” (bulimia) no se saciará nunca mientras no declaren y consumen la independencia, aunque sea contra mas de la mitad de los catalanes y contra el resto de España. ¡Y Sánchez lo sabe!, como lo sabe nuestro paisano Fernando Pablos, que por ser matemático no ignora que las cuentas del ¡adiós España! no cuadran.

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Hay que ir mañana a Colón. Mi movilidad mas que reducida me lo impide, pero recordaré cuando acudí contra la negociación del gobierno con ETA, “no con mi voto”, ojo, con dos amigos sensatos, el que fue arriesgado responsable del Partido Comunista en Salamanca en las postrimerías del franquismo, y un ex miembro de Comisiones Obreras. Aquello fue un clamor de la sociedad civil, como debe ser la manifestación transversal de mañana. Nos estamos jugando España, que la ambición de Sánchez, junto al deseo de ruptura de sus socios podemitas, separatistas vascos y catalanes, y filoterroristas, ha puesto en almoneda. Hay que acudir para gritarle al presidente del gobierno como Juan de Sahagún al toro desmandado en la cuesta del río : “¡Tente, necio!”.

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