Ayer salió Pablo Echenique, uno de los líderes del partido morado, embistiendo -como hacen los animales irracionales- contra el empresario de Mercadona, Juan Roig. Este ... domingo pasado fue el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el que arremetía contra los empresarios en general y les pedía responsabilidad, como si él fuera un ejemplo de buena conducta para pedir nada y menos a los que crean el empleo, generan riqueza y arriesgan su dinero. Y la semana pasada no ha quedado nadie de la izquierda, incluidos todos los miembros del Consejo de Ministros y altos cargos del sanchismo y de los morados que no hayan dedicado palabras gruesas, subidas de tono o barbaridades contra Ferrovial por la decisión de trasladar su sede a Países Bajos.

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Echenique lleva viviendo de la sopa boba desde 2015, primero como eurodiputado con un sueldo que supera los 9.000 euros mensuales, después como diputado de las Cortes de Aragón y actualmente como parlamentario en el Congreso de los Diputados. Si en todos estos años alguien puede decirme su contribución para mejorar la sociedad, la vida de la gente en general o ha hecho alguna aportación desde la política por los españoles, que lo diga. Yo he revisado las hemerotecas y solo he podido ver, escuchar y leer disparates, despropósitos, planteamientos absurdos y mucha insensatez. Con un denominador común: el odio y el rencor para dividir y enfrentar a la sociedad. Desde que ellos han “asaltado” las instituciones -fue Pablo Iglesias, el ídolo del bocazas, quien habló de asaltar el cielo- esta sociedad está mucho más crispada que cuando ellos no tenían espacios públicos y se dedicaban a explotar a los venezolanos por su “asesoramiento”.

Escuchar ayer a Echenique decir la majadería de que cada vez que vas a la compra, se mea en tu cara -refiriéndose al presidente de Mercadona- es insultante. Lo escribe en sus redes sociales un personaje que durante años tuvo a su asistente personal trabajando en “negro”, es decir sin contrato y sin darlo de alta en las Seguridad Social.

El politiquillo de extrema izquierda, que ha aprendido los modos y maneras de la explotación laboral y ciudadana de la Venezuela Chavista, fue condenado por un juzgado de Zaragoza y posteriormente ratificada la condena por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón y por la Seguridad Social por fraude.

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Como verán los lectores Echenique, el que pretende hacer las gracietas izquierdosas contra el empresariado español, nos da lecciones de fraude y es todo un modelo de compromiso con los trabajadores, con los que menos tienen y con la sociedad en general.

Los puestos que ha creado este señor, muy escasos, eran en “b”. Pero Echenique arremete contra quien emplea de forma directa a más de 93.000 personas y paga unas nóminas muy decentes, porque solo hace falta hablar con los dependientes de la cadena valenciana. Él, que ni siquiera asumió responsabilidades políticas por fraude, da lecciones morales. Si no le gusta a usted comprar en Mercadona o en cualquier otra cadena de alimentación española, váyase a Venezuela que, como es usted amigo del régimen, igual encuentra algún producto en las estanterías y no se muere de hambre, como lo están haciendo la mayoría de los venezolanos, mientras sus amigos se forran literalmente. Tiene usted muy poca vergüenza.

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Otro día hablaré del empleador Pedro Sánchez, el que le dedica duras palabras a los que crean empleo en España, pero mantiene a vagos e inútiles en su Gobierno, vagos e inútiles que pagamos todos, como Alberto Garzón, Irene Montero o la desvergonzada Pam, el icono del “feminacismo”.

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