Hace unos días me llegó por redes sociales un sorprendente comentario de una persona al hilo de un artículo que escribí en LA GACETA sobre ... una piscina natural de la Sierra de Francia. Aseguraba que, reportajes de este tipo, animaban a la gente a visitarla (me alegro que captara mi intención) lo cual molestaba a los oriundos que llevaban acudiendo a ella más de cincuenta años. Cierto es que se trata de una apreciación aislada y son muchos más los que agradecen la difusión de estas maravillas de nuestra Salamanca. Sin embargo, me preocupa que siga presente esa mentalidad de “lo del pueblo, para los del pueblo”. Y mucho más en estos tiempos que corren en los que las zonas rurales necesitan salir de su letargo aprovechando sus formidables recursos para atraer visitantes y, por lo tanto, riqueza. Recuerdo que cuando era niño y todas las tardes de verano acudía a jugar al frontenis en mi pueblo, La Vellés, me sentaba como una patada en el trasero que la pista estuviera ocupada por “forasteros”. Cuando pasa el tiempo te das cuenta de que esa mentalidad es fruto de la inocencia infantil. No salí de mi asombro cuando, hace unos años, acudí a disfrutar de ese mismo deporte al frontón de Pelabravo y me encontré con un cartel que plasmaba ese pensamiento caduco: los empadronados en la localidad tienen preferencia para jugar. Los iluminados capaces de promover semejante discriminación olvidan que forasteros como yo íbamos a tomar unas cañas al bar después del partido y, por lo tanto, poníamos nuestro granito de arena en la economía local.
Publicidad
Una piscina natural por sí misma no va a resolver el futuro de un pueblo. Pero es una semilla más para que durante todo el año el turista tenga argumentos que le inciten a desplazarse hasta allí. Entiendo que para un oriundo que tenga la vida resuelta le parezca molesto que su lugar de esparcimiento estival se llene de foráneos. Pero le invito a que pregunte al joven que quiere echar raíces en su pueblo y necesita argumentos para quedarse. Mientras en algunos puntos de España están como locos por recibir a visitantes, en otros nos molesta su simple presencia. El lector me aseguraba que los bañistas que van a esa piscina no hacen ningún tipo de gasto en la localidad. Sin embargo, para lograr eso hay que trabajar de forma concienzuda. Dar alicientes como un buen chiringuito, vender las virtudes del municipio para que posteriormente lo visiten y, si es preciso, poner un puesto de productos típicos como, por ejemplo, tiene proyectado Pereña de la Ribera en el camino al Pozo de los Humos. El dinero no llueve del cielo, pero con ideas, tesón y trabajo, es posible que poco a poco empiece a entrar.
Conversando con mi amigo Miguel Ángel Ávila, autor de la aplicación ‘Paisajes del agua’ de la Diputación de Salamanca y de una guía de piscinas naturales de Salamanca, siempre concluimos lo mismo. Cáceres es el mejor ejemplo a seguir en este aspecto. Ha consolidado un turismo ligado al agua que durante el verano llena las casas rurales de comarcas como Las Hurdes, Gata, el Jerte, la Vera y el Valle del Ambroz. Cada zona de baño cuenta con su bar que ofrece carnes a la brasa a precios asequibles. Otro buen modelo a seguir es Portugal, especialmente las playas fluviales de la Serra da Estrela donde se sigue esa misma filosofía. Ya sean grandes o pequeñas el objetivo es el mismo: difundirlas y no esconderlas para atraer visitantes y generar riqueza. Por un momento pensemos que un turista puede decantarse por escaparse a la Sierra de Francia en verano si, además de la riqueza patrimonial de las localidades serranas, tiene piscinas naturales para darse un chapuzón.
No hace falta irse a Cáceres y Portugal para ver como se hacen bien las cosas. Lo que ha hecho el Ayuntamiento de Villasrubias con su piscina natural en el río Frío es el camino a seguir. Solo hay que tener voluntad y despojarse de esos pensamientos antiguos para darnos un remojón de progreso.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.