Desde Caín y Abel sabemos lo complicada que es una familia. El Antiguo Testamento está lleno de conflictos familiares, igual que la historia de Roma ... y la Edad Media española están cuajadas de reyertas entre parientes. Hasta ahora. Mientras todos estábamos pendientes de los Pantoja y los Jurado, Tomás Díaz Ayuso hacía de las suyas, igual que el primo de José Luis Martínez-Almeida, Carlos, metía en un aprieto al alcalde de Madrid del que ya veremos cómo sale, en el que aparece uno de los chicos bien del país, de los Medina, Duque de Villalba, Luis Medina, mano a mano con un tipo, Alberto Luceño, que pregonaba honestidad y se lo ha llevado crudo, como ya sabrán. Forman parte de una larga tradición en la que aparecen cuñadísimos, como Serrano Suñer, que fue vecino de Salamanca; o hermanísimos, como Juan Guerra, que también anduvo por aquí, capaces de arruinar una carrera política; por qué iban a ser menos los hermanos y los primos. Esto ha ocurrido y seguirá ocurriendo mientras corra por las venas españolas sangre de Lázaro de Tormes, aunque tengo dicho que nuestros pícaros del Siglo de Oro se morirían de vergüenza al ver por qué, cuándo y cómo se forran los pícaros de nuestro tiempo. Aquellos se buscaban la vida para comer; los de ahora lo hacen para comprarse coches deportivos, relojes de lujo, veleros y “casoplones”. Ahí tienen a un chico bien, Luis Medina, con título y escudo nobiliario, con pedigrí, aunque en su pasado ilustre su padre no saliese bien parado sino todo lo contrario. Luis Medina, Luisito de noche, pregonaba su patriotismo y su condición de “capillita” mientras se enriquecía con mascarillas necesarias engordando su precio. Todo apunta a que desde el 20 de abril sobrarán mascarillas al liberarnos de ellas en interiores y exteriores. Otro 20 de abril que entra en la Historia, como aquel del 90, al que cantó Celtas Cortos, con algún componente salmantino, que era, en realidad, una carta dirigida a alguien perdido en la agenda y la memoria. “¿Te sorprenderá que te escriba?”, decía la canción, en la que se preguntaba si tenía familia –“lo mismo hasta tienes críos”—sin entrar en más cuestiones, por si acaso. Librarnos de las mascarillas en interiores es otro paso hacia la normalidad. La mascarilla imposible de hallar cuando comenzó todo y que se ha ido haciendo parte de nosotros mismos. Recuerdo cuando Fely Campo y otros talleres textiles se pusieron a hacerlas para cubrir una necesidad y cuando aparecieron las mascarillas bejaranas. Se escribirá un día una historia de esta pandemia desde la mascarilla y quizá desde el pelotazo.

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El primo de Almeida, que ya conocía el asunto cuando pregonó en Ciudad Rodrigo, nos ha tenido entretenidos esta semana de preparativos para la Semana Santa. Primo Andrés Ramos González puso en marcha la Hermandad Jesús Amigo de los Niños, protagonista de la mañana de este Domingo de Ramos, con el paso de la Borriquilla, las ramas de laurel y las palmas de Elche. La Hermandad echó a andar en 1945 y don Primo, como era conocido, se marchó en 2001 a la Gloria. En aquel 1945 era muy venerado otro Primo, José Antonio Primo de Rivera, cuyo mitin en el Bretón tuvo de espectador a Unamuno, que dio caña a su padre, Miguel Primo de Rivera, hasta que el militar le desterró. Por aquí tuvimos a Pilar Primo de Rivera, fundadora de la Sección Femenina, que recuerdan nuestras mayores, y que, dicen, bebía los vientos por una conocida mandamás del Barrio Chino. Ay, las familias. Hace unas horas un primo del narco Sito Miñanco era trincado en Salamanca, por su implicación en un negocio de droga con narcolanchas que se hacían aquí al lado, como si de un astillero se tratase.

Este año celebramos cincuenta años de “El Padrino”, película repleta de familiares, cuyo protagonista recomendaba no decir lo que se pensaba a nadie que no fuese de la familia. Y eso que algunos le salieron ranas o marcianos. Juan Pérez es autor de un grupo de esculturas que representa a la familia –no hay primos—que estuvo en la Plaza de España desde 1974 y después pasó a los pies de San Vicente. Si se fija bien le parecerá perturbadora.

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