Durante siglos el oficio de pastor se ha mantenido en una rutina suficientemente definida y decantada, sin apenas variaciones. A fuerza de andar por el ... monte, el pastor ha sido el mejor gestor del territorio y de los recursos naturales. Nadie como él para saber apreciar, en su soledad, hasta el más mínimo cambio que se pudiera operar en el medio ambiente. Ahora, además de seguir siendo depositarios de una vieja y venerable tradición secular, los pastores son profesionales adaptados a las nuevas tecnologías. Los hay que proceden de otros países de culturas milenarias, donde las tradiciones pastoriles siguen fuertemente arraigadas; e incluso algunos se forman en las distintas escuelas creadas para actualizar y profesionalizar este trabajo.

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Con encomiable espíritu emprendedor, la Fundación Mil Caminos se embarcó este fin de semana en la misión de mostrar a la sociedad que las tareas en el campo merecen ser dignificadas, que determinados oficios en aparente vía de extinción deben ser reivindicados, que la tan mentada España vaciada tiene todavía remedio, que el mundo rural es viable y merecedor de apoyos, que los agricultores y ganaderos constituyen el soporte del mundo rural, y que a estas alturas ya no sirven ni los lamentos, ni la retórica, ni el abatimiento, sino las iniciativas valientes que exijan a los poderes públicos menos discursos políticos y mayor empeño en las acciones directas.

Bajo la Presidencia de Honor de los Reyes de España y con el respaldo del Senado y de todas las instituciones salmantinas, además de la Junta de Castilla y León, Cáritas y Cruz Roja, ha tenido lugar estos días un magno Congreso en el Palacio de Congresos, en la Hospedería Fonseca y en la finca ecológica que la Fundación Mil Caminos tiene en Gomecello, donde se ordeña la leche con la que se hacen sabrosos quesos de admirable factura artesanal.

A lo largo de tres intensas jornadas, Jesús Garrote, presidente de la Fundación Mil Caminos y un nutrido grupo de colaboradores venidos de diferentes puntos de España y de otros continentes, han abordado temas como la exclusión social, el compromiso solidario con los menos favorecidos, los proyectos sostenibles, la despoblación, los lenguajes pastoriles, las nuevas tecnologías aplicadas al pastoreo, el bienestar animal, la trashumancia, el futuro del mundo rural, los retos del sector quesero, los pastores de otras culturas, las experiencias de cooperación al desarrollo, la viabilidad de las escuelas de pastores, además de la jornada de hoy de puertas abiertas, para que el público se familiarice con el proceso de elaboración de quesos y cuajadas, el ordeño, el esquileo, la cetrería, las artesanías o el pastoreo con drones. Un acontecimiento solidario del que sin duda surgirán nuevos brotes de esperanza.

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