Aunque aparentemente el juicio más mediático de los últimos tiempos nos quede demasiado lejos de Salamanca, nada más lejos de la realidad.
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Estas últimas semanas ... una pléyade de gente joven ha seguido con gran interés el juicio de uno de sus ídolos del cine, el actor que ha encarnado durante años al conocido capitán Jack Sparrow de “Piratas del Caribe”. Toda la generación Milenial e incluso aquellos que nacieron partir del año 2000 y que han crecido con las aventuras de este pirata, rayando entre la genialidad y la locura pero con corazón de oro, se han interesado profundamente en este insólito episodio hollywoodiense.
El uso de las redes sociales, TikToK fundamentalmente y los medios más tradicionales de información, han sido fundamentales para que se haya producido este boom mundial. Este proceso ha visibilizado de manera global el movimiento “Men Too” y ha conseguido que se ponga en boca de una gran parte de la juventud masculina y femenina amén de darlo a conocer a una gran parte de la población.
Una ONG con sede en Bangalore, Children’s Rights Initiative for Shared Parenting (CRISP), inició la iniciativa “Men Too” en octubre de 2018 en respuesta al movimiento “MeToo”. Los manifestantes en Bangalore dijeron que su movimiento era contra los casos falsos registrados bajo la Sección 498A del Código Penal de la India, y agregaron que su lucha también es contra la terrible experiencia de los niños criados por padres solteros tras de una separación ¿inquietante?
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“Men Too” es un movimiento social contra las acusaciones falsas de acoso sexual, que se extendió ampliamente en India en 2019 después de que la actriz de Bollywood, Pooja Bedi y la fundadora de Purush Aayog, Barkha Trehan, apelaran a implementar leyes e investigaciones neutrales en cuanto al género, después de que el actor Karan Oberoi fuera arrestado el 5 de mayo de 2019 debido a acoso sexual. La denuncia en su contra fue presentada por su exnovia.
Este ojo que observa ha visto y oído cómo una gran parte de la juventud masculina, ojo y también femenina, se han alegrado profundamente de que se haya puesto de manifiesto que en cuestiones de género, la mujer no tiene que tener la verdad por el simple hecho de ser mujer. Es importantísimo que la justicia prime al ser humano por encima de los géneros, femenino o masculino, y aunque es cierto que la balanza de casos desgraciadamente se inclina hacia la violencia contra la mujer, eso no implica en ningún caso culpabilizar “per se” al género masculino, que por cierto empieza a estar muy harto de ser vilipendiado, sí o sí, por el simple hecho de ser hombres.
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La sentencia a favor de Deep, aunque en el juicio haya salido de todo, da un toque de atención a una sociedad que tiende a desequilibrar su juicio en función de qué tipo de prejuicios.
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