Después de dos intensas semanas de comilonas, cenas, cabalgatas, regalos y encuentros de todo tipo toca volver a la normalidad, la ansiada normalidad en más ... de un caso, pues el ajetreo navideño es tal que cuando pasa nos quedamos vacíos. ¿Hoy no hemos quedado con nadie? ¿No tenemos comida con ningún familiar o amigo? parece que nos preguntara nuestro subconsciente. Los expertos hablan de la cuesta de enero emocional.
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No hay año nuevo que se precie sin la lista de buenos propósitos. ¿Tienen ya la suya? De forma consciente o inconsciente, con el comienzo del año pensamos en aquellas cosas que nos gustaría llevar a cabo en esta nueva etapa. Por supuesto, el reto de practicar más deporte o ir al gimnasio figura en el listado y en primeras posiciones. Y es que con tantos turrones, licores y todo tipo de manjares propios de estas fechas —el último ha sido el roscón— es difícil mantener el tipo. Los nutricionistas calculan que con los menús típicos navideños se pueden llegar a ingerir más de 2.000 calorías en solo una comida. Esta es la principal causa de que se engorde, de media, entre 3 y 5 kilos en Navidad. Así que sí, toca hacer ejercicio físico para perder esos kilos de más lo antes posible.
Dejar de fumar es uno de los propósitos que año tras año muchos se hacen y no cumplen. Ya saben lo que dice el refrán: “El hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra”. Supongo que no servirá de mucho, pero nunca está de más recordar que, según las cifras que manejan los expertos, nueve de cada diez muertes por cáncer de pulmón se deben al consumo de cigarrillos o a la exposición al humo. Además, el tabaquismo puede causar cáncer en casi cualquier parte del cuerpo y otras muchas enfermedades como bronquitis crónica, enfisema pulmonar, hipertensión arterial, enfermedades coronarias, un accidente cerebrovascular y úlcera gastrointestinal, por citar algunas de las que nombran los médicos una y otra vez.
¿Qué me dicen de la lectura? Leer más es uno de los propósitos que también suele figurar en la lista de año nuevo, sin embargo, en el mundo actual, donde la tecnología lo invade todo y a golpe de clic encontramos un entretenimiento a nuestra medida, resulta difícil cumplir este propósito. Si tengo que elegir, prefiero un libro en papel, pero hay que adaptarse a las circunstancias y el libro electrónico se ha convertido en un gran compañero de viaje o de espera en la sala del médico. Cualquier momento es bueno para leer. Si nuestros pequeños no ven a sus padres leer, si sus mayores siempre están enganchados a la tele, el móvil o el ordenador, ¿cómo les van a transmitir a los niños el gusto por la lectura?
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En este listado no puede faltar otro de los propósitos estrella: aprender un idioma. ¿Me equivoco? Algunos se estarán sonriendo reconociendo que es verdad, pero la falta de tiempo y motivación les ha llevado a aparcar el curso que comenzaron.
Después están esos otros propósitos más abstractos, que no se traducen en cosas materiales, como aprender a valorarnos más, pasar más tiempo y de mayor calidad con las personas que queremos, aprender a decir no, ser más solidario o quejarse menos,
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La lista de retos para el nuevo año puede ser muy, muy larga. No sé si conseguiremos algunos de nuestros objetivos este 2023, pero ¡qué importante es no perder la ilusión y la esperanza! El año nuevo es un punto de partida, aunque cualquier día, cualquier momento es bueno para hacer aquello que nos apetece y para armarnos de fuerza de voluntad y comenzar a cuidarnos a todos los niveles.
Dentro de un año, hablamos.
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