Dicen algunos quevedistas que lo que llevó a don Francisco (de Quevedo, por supuesto) a ser un faltón hiperbólico y un tipo inaguantable, fueron sus ... enormes frustraciones personales y el espíritu pesimista que le carcomía por dentro. Aunque todo aquel ingenio y esfuerzo por emponzoñar la pluma y burlarse a diestro y siniestro de todo bicho viviente que pululaba a su alrededor, consiguiera dejar un legado literario indiscutible y le sirviera para entrar en el ilustre elenco de las letras españolas.
Publicidad
Fuera ya de la literatura y del ayer glorioso del Siglo de Oro, el insulto y la provocación hoy se han hecho una constante a la que es difícil acostumbrarse. Mayormente en los anfiteatros políticos, donde los exabruptos, groserías, insultos y salidas de tono se han hecho habitual usanza, sin que a sus señorías les escuezan las palabras en la lengua.
Ejemplos de ello tuvimos no ha mucho en el propio Ayuntamiento de Salamanca, cuando un bachiller en injurias y groserías, llegó a acusar a los transportistas de animales de dejar aparcados sus camiones a las puertas de la Feria de Ganado para irse a las casas de citas. ¡Rara forma de predicar la tolerancia!
El último caso de desmanes y falta de decoro, lo hemos tenido en Vitigudino la pasada semana. El secretario de Estado de Justicia, Tontxu Rodríguez, venía a inaugurar la Casa del Pueblo del PSOE y las nuevas instalaciones del Juzgado. Ese tipo de actos institucionales llenos de buenas intenciones y parafernalia, donde todo lo que se presumen son palmotazos en la espalda, cortes de cinta, rosquillas y carantoñas.
Publicidad
Para tirarse los trastos a la cabeza y enseñar los dientes ya están los hemiciclos, aunque en esta ocasión no fuera así. El señor secretario de Estado de Justicia se había decidido a llegar al pueblo como ‘El Buscón’ de Quevedo, y fue pisar la casa socialista y ya estar poniendo a la alcaldesa como ‘chupa de dómine’, que es lo mismo que ponerla a caer de un burro, como un pingajo o que a parir.
¡Hay que ladrar y morder a toda prisa que vienen las elecciones! -debió de decirse para sus adentros. Luego, al día siguiente, Tontxu corrió a tirar de la cuerda para descubrir la placa inaugural de los juzgados, sin la cortesía de pedirle a Luisa de Paz, la alcaldesa, que estuviera a su lado.
Publicidad
Lo que leen, el invitado tratando a la anfitriona como a un perro. ¡Alguien debiera desasnar a esta criatura y enseñarle latín y protocolo! Ya está bien de pagar dietas y hospedajes en la corte parlamentaria a tantos ‘buscones’ de bronca y personajes siniestros y maleducados. O hay buen tino en el voto, o pronto somos calaveras.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.