¿Nueva realidad o nueva responsabilidad? Para aquellos que ya tenemos una edad, si nos nombran a “Embrujada” sabremos de quien nos están hablando. Si ... moviendo la nariz fuéramos capaces de saber y de hacer... sería mucho más fácil contestar a la pregunta, pero desgraciadamente no tenemos el poder de aquella bruja que nos enamoró. Una cosa es la teoría y otra la práctica. ¡No sólo de buenas intenciones vive el hombre!
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Parece que de repente todo haya terminado y se nos aliente y empuje a incorporarnos a la vida. Pero ¿a qué vida? ¿A esa vida que tiene una historia muy reciente a la espalda que puede recordar a muchos una película de ciencia ficción pero que, para otros muchos, nada tiene que ver con esa ensoñación? La cruda realidad es que no salimos de un cine después de habernos tomado un combo de palomitas con Coca-Cola para luego incorporarnos a un mundo normal, como si nada de lo allí visto nos afectara. ¡Hoy nada es normal!
Pensamos que nuestra ¿posición en el mundo? y haber superado el primer envite del virus, nos coloca en una situación más preparada para controlar lo que aún no ha terminado de pasar pues, como dicen los expertos y parece apreciarse en diferentes países, esto no ha terminado porque el virus sigue estando ahí.
La prepotencia del ser humano es mucho más fuerte que la humildad y el desarrollo no entiende que el poder de la economía no lo es todo. La apertura y el avance, necesario por otra parte para no hundirnos, al que asistimos es el reflejo exacto de lo que les digo. En nombre de la economía todo vale y ahora lo único que nos queda es la responsabilidad personal. La diferencia con otros momentos y otras situaciones con las que nos enfrentamos los individuos a diario es que ahora, la responsabilidad personal se va a ver tremendamente interferida por la irresponsabilidad del otro. De poco sirve que yo ponga de mi parte todo y más, si el otro carece de la responsabilidad para que mi buen hacer dé sus frutos.
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Somos muchos los que vivimos con patologías asociadas y si quienes viven en nuestro mismo entorno no son conscientes de la gravedad de lo que pasa, no sólo serán nuestros mayores los que se vean afectados mayoritariamente por este virus, sino más del 60% de la población. No se olviden que en los países de nuestro entorno tenemos una pirámide de población invertida y... sin salud no hay economía que valga.
Mañana domingo no es el final del estado de alarma, en realidad es el principio del estado de la nueva responsabilidad personal y de la generosidad hacia el prójimo. Este ojo que observa espera y desea que esto NO lo olvidemos si realmente somos solidarios con los demás. Es el momento de hacer y no sólo de decir lo que hay que hacer. Se manejan mal las mascarillas, el lavado de manos se olvida, el hidrogel hay que comprarlo no sólo echarse del gratis, no se practica la distancia social... por favor, piensen en los demás.
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De nuestra correcta actitud y nueva responsabilidad, depende la vida de otro.
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