El médico, político y poeta Cristóbal Pérez Herrera, nacido en Salamanca en 1558, fue fundador del Hospital de san Carlos, protomédico de galeras con Felipe ... II y creador de las Casa Galera para hombres y amparo de pobres, en su defensa contra los pobre fingidos. En 1605 creó un reformatorio para mujeres titulado “Casa de trabajo y labor” para la acogida de pobres vagabundas, vulgarmente “Galera Real”, en un edificio junto al citado Hospital.

Publicidad

Años después la monja Magdalena de san Jerónimo publica el Tratado de razón y forma de la Galera y Casa Real, que el rey, nuestro señor, manda hacer en estos reinos, para castigo de las mujeres vagantes y ladronas, alcahuetas, hechiceras y otras semejantes, en 1608 al mismo tiempo en Salamanca y Valladolid.

En 1757 el obispo José Zorrilla san Martín, junto con el Concejo salmantino, establece la Casa de Misericordia, conocida como Casa Galera, para acoger a 24 mujeres públicas de extraviadas costumbres, con una dotación de 20.000 ducados anuales de renta, en la calle de Arriba.

En 1779 el obispo Felipe Bertrán y Casanova funda a sus expensas una Casa dedicada a Nuestra Señora de la Misericordia con oratorio y demás oficinas para que “las mujeres dedicadas al vicio de la torpeza y lascivia se recojan y arrepentidas logren a dar a Dios el casto y verdadero culto”, en la calle de Toro, junto a la iglesia de san Mateo (hoy san Juan de Sahagún).

Publicidad

Bajo una hornacina con la imagen de la Virgen se leía: “Nuestra Madre de la Misericordia. Año 1779”. El sitio había sido ocupado en tiempos por el hospital de santa Ana del Albergue, dependiente del de santa Ana, creado hacia 1320 donde luego la capilla del Cristo de los Milagros y suprimido en 1581. También conocido como “Moderno de santa Ana” sobre el dintel de la puerta se leía: “Hospital de Santa Ana para recoger mujeres pobres” y en el momento de su adquisición por el obispo estaba acondicionado para escuelas.

Se reforzaron las puertas y ventanas y cualquier salida del antiguo colegio, estando dotada de una sala grande, capilla, despensa y dos cocinas, una arriba para las galerianas, que eran recluidas a la fuerza, normalmente por sentencia judicial y otra abajo para el personal de la Administración y para el Alcaide, que había de ser casado y de buena conducta y era quien regía la Institución, auxiliado por una retora, una maestra y una portera. El dormitorio carecía de sábanas, tenían jergón de paja con cabezal de la misma y dos frazadas. Aunque antiguamente se les rapara el cabello y las cejas a navaja, en Salamanca no se les sometió a tal vejamen. El vestido consistía en camisa de angeo gordo y el sayuelo de paño basto y aburdelado.

Publicidad

La comida con pan bazo y negro, tajada de queso o rábano y escudilla de nabos y berzas y alguna tajada de vaca. Para atender a los gastos de “La Galera” hacían pequeñas labores, hilando estopa, lienzo, algodón, estambres y hacían medias de lana y seda.

Contaban para los castigos con mordazas y cepos, cadenas y grillos, esposas y disciplinas. No se les inculcaba formación espiritual alguna pues el sacerdote únicamente entraba para entierros y bautizos. No se les obligaba a efectuar ningún trabajo por lo que la holganza era casi total. Fueron acogidas mujeres con sífilis y enfermedades infecciosas tratándolas para su curación.

Publicidad

La contumacia en el delito era severamente castigada: se doblaba la pena a la segunda desobediencia y se les marcaban en la espalda derecha las armas de la ciudad. Si insistían por cuarta vez eran ajusticiadas a las puertas, para escarmiento.

En 1793 el consejero de Castilla don Pedro Joaquín de Murcia agregó la Casa de la Misericordia al Hospicio y la trasladó junto a éste en la calle Larga, que iba de san Francisco a san Vicente, casa que fue destruida por los franceses en 1812.

Publicidad

El lugar que ocupó la Casa de Nuestra Señora de la Misericordia en la calle de Toro 57, pasó a ser de las Religiosas del Amor de Dios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad