Hasta 1941 el homenaje que se tributaba el 8 de setiembre a la Patrona de Salamanca en la Catedral Nueva, terminaba con la interpretación de ... una Salve, que podía ser la de Bassi, Víctor Sesé, Lucuq, Bombin o La Mhote de Griñón.
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En 1942 la imagen de la Virgen salió en procesión por la Puerta de Ramos en artística carroza al atrio y colocada en artístico trono que miraba a la ciudad para bendecirla. Dirigido a toda orquesta por el autor de la música, se estrena el “Himno a la Virgen de la Vega” que para la ocasión han compuesto el poeta Jesús Ricardo Rasueros Hernández, la letra y Aníbal Sánchez Fraile, la partitura. Entra de nuevo en el templo por la Puerta de los Perdones para ser entronizada en la capilla del Presidente, interpretándose la Salve de Bombin. La Misa fue oficiada por el Vicario Capitular don Pedro Salcedo, asistido por don Angel López de Diego y don Tomas Sena. La capilla cantó la Misa “Secunda Pontificalis” del maestro del Vaticano Lorenzo Perossi, actuando como solistas el tenor Angel de Horna Iglesias y el contralto Hilario Goyenechea e Iturria.
En 1943 la procesión pasa de una Catedral a la otra para dejar entronizada a la Virgen en el Altar Mayor, delante del magnífico retablo de los hermanos Delli, Dello y Nicolao. Como en el año anterior, ante el trono levantado en el atrio de la Catedral Nueva, se entona el Himno a la Virgen y ya en la Catedral Vieja se efectúa la despedida con la Salve de Bombín.
En 1944 los actos se celebran ya en la Catedral Vieja ejecutando la Misa de Perossi y estrenando un nuevo Himno, con el mismo autor de la música, don Aníbal Sánchez Fraile y variando el autor de la letra que es don Felicísimo Martín Gómez, párroco de Matilla. Es el Himno que ha perdurado en el tiempo pues hoy se sigue interpretando el 8 de setiembre. (Ambos son también autores de los Himnos a Nuestra Señora del Rosario y a Nuestra Señora del Cueto).
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Existe otro “Himno a la Virgen de la Vega” que tuve ocasión de conocer a finales de los cuarenta, obra de don Constancio Palomo González, cuando vivía en la Ronda del Corpus y del que no volví a saber nada pues abandoné Salamanca, por motivos de trabajo, en esas fechas. La música tengo una vaga idea de que podría ser de don Bernardo García Bernalt.
Al fallecer, el 29 de abril de 1964 el obispo fray Francisco Barbado Viejo, gran impulsor de la devoción a la Virgen de la Vega, era Vicario Capitular don Constancio Palomo, nombrado el 28 de febrero y como en las exequias se entonó el Himno a la Virgen de la Vega, pienso que, como íntimo homenaje de afecto, pudiera haber sido interpretado el de don Constancio Palomo.
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