Mi padre cumple hoy la nada despreciable cifra de setenta años y, evidentemente, lo felicitaré en persona, pero no es un cumpleaños normal. Nada es ... normal. Vivimos a retales y con el freno de mano echado. Pero es lo que nos toca. Porque supongo que a mi padre lo que le hubiera gustado, de estar en tiempos pre Covid, habría sido celebrarlo con sus amigos. Y no va a poder ser, y ya no es solo que no se pueda, es que no se debe.

Publicidad

Supongo que a muchos les pasará como a mí, que vamos acumulando mil y un planes, visitas, reuniones, que van quedando pendientes, como dijo una buena amiga, para “cuando esto pase”. Lo malo es que nadie sabe cuándo va a ser, pero, por salud mental, no dejamos de soñar con la vida pasada y nuestro debe de socialidad va creciendo y nos plantea una vida futura muy poco sana, aunque muy animada.

No nos queda otra. Siempre pensé que uno de los síntomas de hacerse mayor es en el momento que cuando te juntas con amigos pasas mucho tiempo recordando todo lo que hiciste, lo que disfrutaste. Y ahora resulta que esta situación nos ha reconvertido, y nos ha dejado pensado en lo que va a pasar. No sé si saldremos mejores de todo esto, diferentes seguro.

No podemos negar que el virus existe, que está ahí. Vale, los hay que sí lo hacen, pero vamos que también hay gente que sigue asegurando que la Tierra es plana. Y la amenaza es tan real que nuestro Alcalde ha sido uno de los muchos positivos en Salamanca. Curioso que ahora el ser positvo tenga una connotación tan negativa. Espero que supere la enfermedad lo más pronto posible. Bueno, eso se lo deseo tanto a nuestro Alcalde, como a todos los que padecen esta pandemia.

Publicidad

Todos y cada uno lo estamos pasando mal, nos está costando superar esta situación. Cada uno a su manera, con sus circunstancias, con su forma de ser y de vivir. Pero de lo que estoy seguro es que es el momento de echarnos una mano, de ir a los negocios de nuestros amigos, de llamar a los que hace tiempo que no vemos, de pensar de qué modo podemos ayudar aunque sea solo con el hecho de que noten que estamos ahí.

En fin, que hoy es el cumpleaños de mi padre y, a pesar de que no va a ser como nos habría gustado, sí que espero que pronto pueda volver a serlo. Felicidades Papá.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad