Andan revueltas las aguas en Vox, a todos los niveles. Carlos Menéndez, portavoz del Grupo Parlamentario de las Cortes de Castilla y León y presidente ... del partido verde en Salamanca, hace lo que buenamente puede por mantener el espíritu triunfalista que los llevó en febrero a sacar la histórica cifra de 13 procuradores en el Parlamento regional. Aquello fue una carambola, que no se espera que se repita en las elecciones municipales de mayo porque, como bien dice el refrán castellano, del árbol caído, todos hacen leña o a perro flaco todo se vuelven pulgas. Y desde que la excandidata de Vox en Andalucía se desmelenó y se fue del partido, los de Abascal se han convertido en un árbol caído o en un perro flaco.

Publicidad

El salmantino Menéndez lidia con las circunstancias como puede y él mismo reconoció a este periódico la semana pasada que las listas municipales las harán en Madrid. Ya veremos si nos ponen a un salmantino rebotado de otros partidos, fundamentalmente del PP o del Partido Comunista o a un cunero que cumpla escrupulosamente con las directrices internas. A estas alturas y en vista de los acontecimientos adversos que está viviendo el partido de Abascal, ya vale cualquiera con tal de presentar candidaturas en Salamanca y en los principales municipios de la provincia, pero ya no es tan fácil, ni siquiera para encontrar desechos de tienta.

El líder provincial de Vox ya ha dicho que si es posible “que aparten de mí este cáliz”. Él está más cómodo como portavoz en las Cortes regionales, ¿para qué se va a pegar con Carlos García Carbayo (PP) o con José Luis Mateos (PSOE) en una campaña a cara de perro? No tiene ninguna necesidad y menos después del fiasco de Macarena Olona en Andalucía. Demasiada exposición para tan pocas expectativas. Carlos Menéndez no quiere y ha dicho que los pondrán desde Madrid. Poco para elegir van a tener. Hace nada no hacían ni siquiera campaña y se le llenaban las urnas de votos, ahora ya no es lo mismo.

Quitarle votos al PP, le va a quitar indudablemente, pero lo de Olona ha marcado un antes y un después. La mejor oradora que tenía Abascal ha abierto la caja de pandora y las críticas internas ya son secretos a voces. Empiezan a ser muchas las voces que hablan de dictadura interna, de que hay determinados personajes, como Ortega Smith, que no admiten crítica alguna. “Se pueden ir al PP, a hacer el Camino de Santiago o a hacer meditación”, dijo hace unos días el que fuera la mano derecha de Abascal y el que será candidato a la Alcaldía de Madrid en referencia a los que cuestionaban las formas y despreciaban a Macarena Olona por haberse ido del partido después de no cumplir las grandes expectativas de convertirse en bisagra en Andalucía.

Publicidad

Ortega, que es el sustituto defenestrado del diputado por Salamanca en una de las vicepresidencias del partido, se ha convertido en el garbanzo negro de Abascal. Cada vez que habla engorda la crisis existencial. Hace unos meses muchos de los que no tenían hueco en puestos del PP se hubieran pegaban por estar en una candidatura de Vox, hoy dudo de que salga algún valiente que quiera dar el paso y encabezar la lista por Salamanca, por Santa Marta, por Béjar o por Ciudad Rodrigo, que son los sitios donde aspiran a presentar listas.

La bisagra con el PP de Mañueco no está resultando un buen escaparate para que Vox repita gobiernos de coalición en comunidades y ayuntamientos. A Carlos Menéndez le impondrán los candidatos desde Madrid si es que tienen alguno y él los aceptará sin rechistar, como hacen todos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad