Cuando me enteré de que no había sido El Consorcio el grupo que había popularizado la canción “El chacachá del tren” sino dos salmantinas llegué a pensar que nuestra provincia tendría un cierto trato de favor por parte de Renfe. Me equivoqué, claro. Elia y ... Paloma, hijas del tenor Miguel Fleta y de la salmantina Carmen Mirat, se convirtieron en las auténticas princesas de la radio española de los años cincuenta gracias a su interpretación de este tema que ha acabado amenizando bodas, banquetes y comuniones mientras sujetamos la cintura de quien llevamos delante. Las hermanas Fleta extendieron la cantinela a través de las ondas. Pero sería una ensoñación que solo por eso los ferrocarriles circularan por las vías de nuestra provincia como es debido.
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Hombre, aquí al menos los trenes no tienen túneles en los que quedarse atorados por un pequeño error de cálculo. Los únicos túneles que nos quedan sirven para dar paseos cerca de La Fregeneda y para salvaguardar la cría del murciélago. Eso pasa en Asturias y en Cantabria y le va a costar al PSOE un buen puñado de votos en aquellas comunidades. La crisis intentó salvarse a primeros de mes con la destitución de dos cargos menores, el responsable de Inspección y Tecnología de Adif y el de Gestión de Material en la Dirección Técnica y de Operaciones de Renfe. Finalmente, la locomotora de la indignación se ha llevado por delante al presidente de Renfe, Isaías Táboas, y a la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. El ridículo era tan mayúsculo que no cabían medias tintas.
Sin embargo, no tenemos que mirar tan al norte para darnos cuenta de que el transporte ferroviario en Salamanca está hecho unos zorros.
De lo contrario, ¿cómo es posible que tengamos un tren que nos comunica con la capital de España, haciendo escala en Ávila, que tarda un cuarto de hora más que los ferrocarriles que hacían el mismo trayecto el siglo pasado? ¿Tan mal está el servicio de Cercanías de Madrid que tienen que usar uno de estos convoyes para recorrer una buena parte de los pueblos situados al norte del foro?
Pero los problemas del servicio ferroviario no terminan ahí. Ayer mismo, este periódico publicaba que tanto estos “trenes tortuga” como los propios Alvia habían sufrido cinco averías en el mes y medio que llevamos de 2023, alguna con un retraso de hora y media dado que los viajeros tuvieron que cambiar de ferrocarril para solucionar la incidencia.
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Renfe lo achaca a “problemas puntuales”. Los trabajadores de la compañía, sin embargo, denuncian que no existe un mantenimiento adecuado de las locomotoras. Da igual. El resultado es un mal servicio al ciudadano que parece no tener fin.
Si algo resulta evidente es que existe una falta de voluntad política para que Salamanca disfrute de buenos trenes, frecuencias suficientes y excelentes comunicaciones por ferrocarril con otras provincias españolas.
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Ahí siguen las 17 instituciones y asociaciones salmantinas, abanderadas por el Ayuntamiento de la capital, reclamando la cuarta frecuencia del Alvia a Madrid, aquella de la que disfrutábamos antes de que llegara la maldita pandemia. El Gobierno sigue sin quitarse los tapones de los oídos y busca las excusas más peregrinas para continuar discriminando a esta tierra.
Espero que el nuevo presidente de Renfe, el socialista catalán Raül -no, no me he equivocado al escribirlo- Blanco tome buena nota y no nos deje en vía muerta. Nos jugamos mucho como provincia situada en el lejano Oeste español que necesita toda la ayuda del mundo para seguir creciendo.
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