LA semana que viene todo se teñirá de rosa. El día de la lucha contra el cáncer de mama es el día 19, pero la semana que viene ya va a estar repleta en toda nuestra geografía -y supongo que en el mundo- de actos ... para recaudar fondos para la investigación. Es verdad que a mí no me gusta mucho el rosa “mujer” del cáncer de mama (que además, aunque sea mucho más infrecuente, también sufren los hombres y hasta tienen su propia asociación); pero entiendo que es la forma de llamar la atención y de hacer reconocible un reclamo que se extiende de manera solidaria por carreras, charlas y actos de todo tipo donde se recuerda, una vez más, que esta enfermedad, que parece tan superada, siguen padeciéndola dos de cada diez mujeres en nuestro país y es letal para el veinte por ciento de las mismas. Eso significa que ocho de cada diez mujeres que lo padecen lo superan, pero dos no. Esta cifra, que parece muy baja comparada con las estadísticas de hace menos años de los que creemos, cuando la mortalidad era del cincuenta por ciento, se ha reducido de manera drástica gracias, fundamentalmente, a la investigación y, por supuesto, al diagnóstico precoz; sin embargo, seguro que en este momento en el que escribo hay muchas mujeres que tiene cáncer de mama que no saben que lo tienen y aún queda por conseguir dominarlo cuando se presenta, hasta el punto de que si provoca alguna muerte sea anecdótica. Pero este sueño, aún se hará esperar. E incluso cuando llegue, dependiendo del cáncer que le toque en suerte a la mujer -casi siempre, insisto en que también hay hombres que sufren cáncer de mama- supondrá una tragedia de mayor o menor tamaño, pero siempre una tragedia. Por el tratamiento incluso en los casos que no requieren quimio ni mastectomía, que se prolonga en el tiempo y que tiene efectos secundarios y sobre todo por el miedo que provoca la enfermedad y la vulnerabilidad que deja al descubierto.
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Esta semana que viene será rosa. Y lo será hasta el día 19 de la semana próxima. Pero lo rosa debería estar en nuestra agenda permanentemente, porque el cáncer de mama está ahí, acechándonos permanentemente. Y nos puede tocar a cualquiera en cualquier momento. Ya que le vamos torciendo el brazo y ganándole terreno, no nos descuidemos en ser prevenidas (y prevenidos también), en palparnos, en hacernos las revisiones ginecológicas correspondientes y en formar parte de este colectivo solidario que ayuda a la investigación. Cualquier acto de apoyo, por pequeño que sea, significa mucho. Y se puede elegir entre muchas investigaciones para ayudar tanto como se quiera. La mía, sin ninguna duda es GEICAM porque se dedica en exclusiva a la investigación y asesoramiento contra el cáncer de mama. Pero tenéis muchos días para elegir la vuestra, seáis hombres o mujeres. Y sería mucho mejor si el rosa formara parte de vuestra vida no solo de aquí al 19, sino todos los días. Con nuestra concienciación y nuestro apoyo a la investigación acabaremos con el cáncer de mama, antes o después. Yo lo creo firmemente.
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