Vi correr a gente que nunca antes vi correr, vi pedir a gente que nunca antes vi pedir, encontré por los caminos mucha necesidad y ... vi llorar a madres que nunca antes vi llorar”. Estos versos, que pudieran definir los tiempos desoladores y oscuros que nos ha tocado vivir con la pandemia, aunque ya recibiéramos con anterioridad tragos del mismo jarabe en la crisis financiera de 2008, pertenecen al poema “Lo que veo y oigo”. Su autor es Juan Carlos López Encinas, poeta y profesor de Filosofía, aunque la mayor parte de nosotros lo conozcamos de verlo trepado, desde su adolescencia y la nuestra, en algún escenario de la ciudad, como cantante y guitarrista del grupo de rock salmantino Baden Bah!
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Juan Carlos o Yimmy, como se le conoce en la escena musical salmantina, tiene el detalle de dejarme en el buzón de casa un ejemplar de “Destino Dignidad”, un poemario editado por Huerga & Fierro con las hermosas ilustraciones de Carmen Borrego Muñoz, que reúne una veintena de textos mucho más emparentados con las habituales letras de rock que pudiéramos escuchar en voces como la de Lou Reed, Dylan, Strummer o Billy Bragg, que con la poesía académica habitualmente plasmada en papel, aunque también tome de ésta algunos materiales, especialmente de esa poesía social y directa, comprometida y cotidiana de esa generación de poetas (Celaya, J. A. Goytisolo, Gil de Biedma...) más preocupados por contar lo que observan de injusto e intolerable a su alrededor que de prodigarse en arrebatos de lirismo preciosista y volátil.
“Vi a padres en la cola por pura necesidad, vi a viejos pidiendo trabajo y dignidad, vi a políticos necios que compartían mesa y mantel con defraudadores...” continúa disparando Yimmy, como también podría decir “vi a gente rebuscando en los contenedores de basura” porque efectivamente, estamos empezando a ver a través de nuestros ojos y ventanas, imágenes de un mundo en completa descomposición cada vez más alejado de aquellos sueños que resplandecían en la voz de nuestros cantantes favoritos, aquel paraíso de Lennon en “Imagine”, de Bowie en “Héroes” o de Aute en “Albanta”. Ojalá que, como dice el título de este libro de Yimmy, al final de este comprometido viaje, todos pudiéremos decir que llegamos a destino sin perder efectivamente la dignidad.
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