No, no se hagan ilusiones: Coldplay no actuará en Salamanca. Y es más, nunca actuará... ¿en Salaqué? Ni Coldplay ni casi nadie, aquí la cultura ... es pura entelequia, una pose de cuatro “mataos” con voz de cura y complejo de antropólogo charro. “Salamanca, ciudad de cultura”, repiten como un sonsonete y lo peor es que, como buena mentira, de tanto repetirla se la han creído y se la han hecho creer a gran parte de la audiencia local que, entusiasmada, se siente ungida por el universo unamuniano.

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Pues ni Unamuno ni Coldplay, ambos son mucho para nuestras cortas miras provincianas y nuestra larga soberbia de señorito castellano. Donde sí tocará la banda británica es en Coimbra, abriendo además a la vera del Mondego su gira europea, “Music of the Spheres”. En Coimbra, ciudad muy similar a Salamanca en población y en su carácter universitario, los de Chris Martin ofrecerán nada menos que cuatro conciertos (17, 18, 20 y 21 de mayo de 2023) en el Estadio Cidade, que tiene un aforo para treinta mil espectadores. Multipliquen ese aforo por cuatro y hagámonos una idea de la repercusión económica, social y cultural para la ciudad, más el prestigio de formar parte de los circuitos de las grandes giras internacionales, algo al alcance de muy pocos (en España, los conciertos de Coldplay se limitarán a Barcelona, tras los de Coimbra). Por cierto, las entradas ya están agotadas.

Como es lógico, mucha, muchísima envidia me da lo de Coimbra, aunque me alegro por ellos, pues el mérito y los honores son para quienes tienen ideas, ilusiones, emociones y ganas de trabajar y de sacar adelante proyectos en principio imposibles. ¿Cuántos concursos de empanadillas necesitaría Salamanca para meter en cuatro días más de cien mil personas en sus calles, en sus hoteles, en sus restaurantes, en sus comercios, en su flujo urbano vital? Y cien mil personas con poder adquisitivo. Ah, es verdad, lo olvidaba, qué injusto soy con nuestros grandes montajes y espectáculos: aquí tenemos la Nochevieja Universitaria, esa fiesta decadente de nada y alcohol. Un espectáculo, sí. La meada como “performance” cultural...

Y como prólogo, lo de siempre: la necesidad, con sello de “urgente”, de poner en marcha la vida de una ciudad al borde de la extinción, y una Universidad que no es más que el último dinosaurio: solo, viejo y desorientado.

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A continuación, bailes charros en la Plaza Mayor. Entrada gratuita hasta completar aforo.

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