Cada dos por tres leemos un anuncio de promoción pública de empleo, lo cual me enfada muchísimo como ciudadano —no dejan de tirar el dinero— ... y como persona, pues no somos más que “ganado” para un sistema político que nos ha dejado sin dignidad, sin autoestima, y sin capacidad de superación y compromiso. La “politocracia” que padecemos —un poder al servicio de sus propios intereses— lo ha convertido todo en un secarral ideológico y social, con una buena parte de la gente ya como meros ciudadanos de segunda, sin independencia, sin ilusión alguna, y sin un proyecto de vida.

Publicidad

Ayer LA GACETA recogía en su portada una noticia sobre los muchos cursos y ayudas al desempleo que destinan ayuntamientos, diputaciones, y gobiernos varios: “Formación municipal a la carta para crear empleo para jóvenes”, era el gran titular de la noticia. A fuerza de ser sincero, no creo en la eficacia de estos programas de fomento y mejora del empleo, cuando la base del sistema educativo se encuentra tan dañada y nadie parece querer verlo.

La situación laboral en España, y Salamanca aún lo tiene peor dada su escasa fuerza productiva, tan dependiente además del sector servicios, es sencillamente insostenible. La cultura del trabajo apenas existe, el absentismo laboral es ya una profesión en sí, y nadie se plantea la necesidad de construir una vida sobre su formación y sus habilidades. Y ser un vago de siete suelas ya no es un estigma...

Ahora que los del PP y de Cs tanto hablan de “liberalismo” sin tener ni idea qué significa tal cosa, no vendría mal que se ilustraran un poquito: liberalismo es dejar reducido lo público a la mínima expresión, el individuo siempre por encima del Poder. Curiosamente, el último liberalismo educativo —y por ende laboral— lo practicó el franquismo, permitiendo al individuo desarrollar sus mejores capacidades personales y profesionales; desarrollar, y esto sí que es curioso, sus propias libertades. Hoy el Poder público controla toda la autonomía del ciudadano, empezando por una educación restrictiva que sólo busca tener al individuo escolarizado el mayor tiempo posible. Escolarizado, entretenido y “aparcado”.

Publicidad

Por eso no me gusta que las instituciones públicas nos entretengan con cursitos y limosnas laborales. Los ayuntamientos lo que deben hacer únicamente es crear los medios para que las ciudades sean activas y productivas, y sus ciudadanos se sientan libres, felices, creativos y dignos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad