Rojo, verde y amarillo, no parece muy complicado. Como los semáforos, que es de lo poco que no cambia con la postverdad. Siguen significando lo ... mismo: el verde SI, el rojo NO y el amarillo abstención. No le busquen las vueltas, no hay más. Pero claro, cuando se va saltando del rojo al verde, se puede caer en el marrón, y eso es lo que le ha pasado al PP en las Cortes. El equipo de Mañueco se ha hecho un Casero a nivel grupal. Han reeditado la pifia del diputado con pinta de escocés con las mociones del PSOE a la Ley de Medidas Tributarias. Cómo lo celebraban los socialistas, como una victoria a lo Messi, y es que no andan sobrados de buenas noticias los de la bancada de Tudanca. Cuando De la Hoz y compañía intentaron poner el parche la vía de agua era ya más grande que la piscina.

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También se puso a achicar el presidente de las Cortes, suspendiendo un pleno en mitad de la votación. Salomónico. El reglamento no lo permite y ahora habrá que ver la factura que tendrá que pagar Carlos Pollán. Es lo que tiene ser socios, que los marrones también se comparten. Los rostros se tensaban en una jornada que se prometía feliz para el matrimonio PP-VOX con sus primeros presupuestos en coalición. Se habían votado más de dos mil enmiendas y se ve que las cabezas ya no daban para más. “¡Al yelow, al yelow!” se escuchaba en el hemiciclo en el cruce de instrucciones de los portavoces a sus procuradores. Como esos vendedores del zoco de Marrakech que piensan que gritar más es sinónimo de más ventas. Incluso con el inglés se atrevían algunos. Pero entre tanto yelow se coló el green del PP y ahora los socios del ejecutivo tienen que sacarse una Ley de la manga lo antes posible.

De entrada, sus señorías van a tener que trabajar en el mes de enero, que es inhábil en la cámara autonómica por alguna razón que, al resto de mortales, se nos escapa entre madrugón y madrugón. Procedimiento urgente para aprobar unas nuevas medidas tributarias que se aplicarán con carácter retroactivo desde el inicio del 2023. Aunque ojo con esto de la retroactividad porque andan los que saben de leyes argumentando que eso puede entrar en conflicto con la actual ley y si algún ciudadano lo lleva a los tribunales el marrón del PP y VOX puede pasar de castaño a oscuro. Y no será por voluntarios para judicializar la política. La cola puede ‘rodear las Cortes’. Y en esas estamos en una semana que se presumía tranquila en la política regional. Aunque no hay tiempo ya para la calma en esta tierra.

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