Sábado, 6 de julio 2019, 13:24
Esta es una historia de superación, de amor y también de terapia. Porque cuando hace tres años, Jaime González y su nieto Santiago comenzaron a hacer el Camino de Santiago lo hicieron porque el abuelo pensaba que de esta forma conseguiría mejorar la capacidad de concentración y atención del pequeño, ya que Santi tiene TDAH (Transtorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
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Y así, cuando Jaime tenía 76 años y Santiago apenas 7, hicieron su primer Camino de Santiago en 2017 desde Sarriá, sin ninguna preparación física, comprobaron lo duro que iba a ser su gesta.
Pero les gustó y repitieron al año siguiente. Esta vez caminaron por el Camino Primitivo, uno de los más duros por su montes y cuestas, y tardaron 14 días en completarlo.
Su última peregrinación ha sido el Camino francés, con 800 kilómetros por delante, desde Francia y hasta la Catedral de Santiago.
En una entrevista a ACI Prensa, Jaime explica que intenta inculcar a su nieto “los valores que creo tener, como nunca tener envidia, ser siempre agradecido o ser sincero de verdad”.
Sus vivencias y aventuras las han ido contando en su cuenta de Instagram @santi_y_su_abuelo.
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