Miércoles, 20 de julio 2022, 10:56
Hace menos de un mes cumplió solo 23 años, pero el nombre de Mario García Romo ya luce junto a los mejores españoles de la historia después de su actuación en el Campeonato del Mundo de Atletismo que se está celebrando durante estos días en ... Oregon. No solo por su cuarto puesto en la final de los 1.500, rozando una medalla de bronce que consiguió el murciano Mo Katir, sino además porque con su marca de 3’30”20 se cuela en el top-3 de siempre de la distancia a nivel nacional.
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El deportista de Villar de Gallimazo ha valorado estos éxitos para el medio especializado en atletismo Soy Corredor después de la carrera. “Me he encontrado muy bien. Es verdad que cuando pasas a 2’20” el mil no te puedes encontrar fresco, nadie puede yo creo, ni los que han ganado. Pero cuando he pasado el 1.200 me he visto con muchas fuerzas, tenía energía para hacer un poco más, así que me he preocupado simplemente de intentar echarlo todo, pasar a gente y ser muy efectivo por dónde les pasaba, no quería hacer metros extra”, ha asegurado.
“He pensado en todo eso como podía, porque el ácido láctico ya se me estaba subiendo a la cabeza. En la última recta me he visto con el bronce hasta el final, pero pelear con gente como la que he corrido hoy al final es un premio. Espero que esto demuestre que puedo estar ahí y que puedo ser una persona de medallas en los próximos años”, añadía el visiblemente emocionado atleta charro.
Una de las claves de su espectacular rendimiento, según Mario García Romo, se debe al trabajo llevado a cabo por su entrenador. “Nos hemos preparado para las competiciones, no queríamos gastar más en entrenamientos. Creo que lo hemos conseguido, al final en estas últimas rondas me he encontrado fenomenal, sabía que podía hacer algo especial hoy y creo que lo he hecho. Me queda la espinita de que no he conseguido una medalla, pero quedan muchos años por delante y sobre todo los Juegos Olímpicos de 2024, que van a ser el principal objetivo”, ha explicado, dejando así clara su ambición para las próximas citas.
Sin embargo, de todo lo conseguido, uno de sus logros impresionaba por encima del resto al atleta salmantino. “No me creo lo de ser tercero de España de todos los tiempos. Tener solamente a Fermín y a Moha delante de mí es una pasada, es algo que me va a costar asimilarlo, pero habrá que creérselo. Es el momento de empezar a trabajar y de intentar conseguir mejores cosas los próximos años”.
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Sin olvidarse de Salamanca
Sin embargo, del que más se ha acordado el joven atleta es de su hermano Jaime. “Ha apostado siempre por mí y me ha apoyado en todo. Ha sido mi mejor amigo, el mejor compañero de entrenamiento que podía pedir, la persona que ha estado desde el momento cero, un ídolo para mí desde que empecé en esto del atletismo. No me quiero emocionar, pero quiero celebrar esto con él y espero darle muchas más alegrías en los próximos años”, añadía.
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