El Salamanca se juega medio ascenso a Segunda Federación antes de que acabe este año. El conjunto salmantino tiene cinco compromisos en lo que resta de 2022, de los que tres son en el estadio Helmántico. Lo que más destaca en lo que le queda de calendario al Salamanca son los dos choques ante el Atlético Astorga, primer clasificado con tres puntos más que los salmantinos, y la Arandina, tercero con un punto menos que el cuadro salmantino.
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El Salamanca aspira a subir de forma directa a la Segunda Federación y eso solo se consigue siendo campeón del grupo VIII de Tercera Federación, algo que todavía no tiene en la mano ya que los de María Hernández están segundos a tres puntos de un sorprendente e intratable Atlético Astorga.
De momento, este domingo a las 17.00 horas, los de María Hernández reciben la visita del Mirandés B, octavo clasificado, en un choque en el que solo vale sumar tres puntos. Y es que en el siguiente encuentro liguero será en el Helmántico, pero ante el Atlético Astorga. Ese es el día D y la hora H. El Salamanca debe ganar para cazar a los maragatos y para ponerse el golaveraje a favor por si llegan los dos empatados en la lucha por la primera plaza.
Tras la finalísima por el ascenso directo a Segunda Federación ante el Atlético Astorga, el Salamanca la siguiente semana, el 4 de diciembre, visitará a la Arandina en otro choque se presume como decisivo de cara a conseguir jugar el próximo curso en Segunda Federación. Después, en las dos últimas jornadas del año el Salamanca se medirá en casa ante la Ponferradina B (11 de diciembre) y se despedirá del año en su visita al Unami el 18 de diciembre.
Eso sí, en esta misión de asaltar el primer puesto el Salamanca tendrá que tener cuidado ya que noviembre y diciembre son sin duda sus peores meses las últimas temporadas. Los finales de año para el cuadro salmantino en las últimas campañas han sido un auténtico suplicio y que en la mayoría de los casos ha provocado cambios de entrenador y renovación del plantel en el mercado de invierno. En las últimas campañas el Salamanca ha tenido un ciclo vital muy marcado que consistía en ilusionar en verano, decepcionar en noviembre y diciembre y volver a construir para salvar el curso a partir de enero.
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