El Salamanca vuelve a afrontar la recta final de temporada ahogado por las deudas debido a que la plantilla, el cuerpo técnico y los trabajadores del club tienen entre dos y cuatro mensualidades pendientes de cobro. El presidente del Salamanca Manuel Lovato persiste en la irregularidad en los pagos mensuales pactados y además lo hace con un desbarajuste de cantidades pendientes creando grandes desigualdades entre sus trabajadores. Hay jugadores a los que solo se les deben dos meses, a otros tres pagas y a otros incluso cuatro.
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Las promesas de cobro se repiten pero sin acabar de poner el día la situación de los futbolistas y es que el día que se cobra solo se recibe una pequeña cantidad pero que no lo suficiente para estar al corriente de pagos como indican sus contratos.
Y eso que el pago a los jugadores es la principal ‘prioridad’ de Manuel Lovato, pero ni siendo los primeros en cobrar están al día, lo que pone de manifiesto que los problemas de liquidez en el club salmantino van a más y en especial esta temporada en la que el apartado de ingresos de las taquillas, bares y abonos se ha visto reducido a la mínima expresión por la pandemia.
El plantel, aunque está centrado en conseguir el objetivo de permanecer en la Segunda RFEF la próxima campaña, vive diferentes realidades ya que los más veteranos explican a los nuevos que esta política de cobro del Salamanca hasta ahora se ha solventado a finales de junio, solo unos días antes de que finalice el plazo para que el club sea sancionado. No obstante, los que no tienen dinero ahorrado viven dificultades para hacer frente a los gastos de su día a día. Las vacas sagradas del vestuario y el club han abordado este tema pero las promesas incumplidas se repiten de forma sistemática. Además, el hecho de que las deudas varíen de entre dos y seis meses hace que haya crispación y mal ambiente por la desigualdad en el trato con unos y otros.
De este modo, el cuerpo técnico y el resto de trabajadores tienen una situación todavía más complicada puesto que sus pagos, ya de por sí dilatados en el tiempo, pasan a ser ‘secundarios’ dejando varios meses sin cobrar y sin visos de recibir el dinero que les corresponde por su trabajo.
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Un viaje a Salamanca de Manuel Lovato, que estaba previsto para estas semanas, iba a ser la tabla de salvación pero no acaba de producirse la llegada del empresario mexicano.
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