Jueves, 2 de marzo 2023, 18:48
La confirmación del paso por el quirófano del delantero del Salamanca UDS, Joel Salvi, abre la pregunta: ¿por qué tiene tan mala pata el club albinegro con las lesiones de gravedad?
Publicidad
Ningún otro club de la provincia acumula tantas lesiones de larga duración como el club del Helmántico. ¿Los servicios médicos? ¿Las instalaciones durante la semana? ¿El césped del Helmántico?
Lo cierto es que en las cinco temporadas de ‘mandato’ de Manuel Lovato el club ha sufrido un total de seis lesiones de gravedad en rodillas. Cuatro de ellas, roturas de cruzados. El ‘mal fario’ con este tipo de lesión se produjo nada más debutar en la división de bronce; al cuarto choque, para ser concreto, Pumar cayó desplomado cuando encaraba el Fondo Sur y el análisis en vivo fue dramático: “Cruzado”. Adiós a la temporada. Cuatro jornadas después, en el mismo escenario, la guadaña de la lesión de gravedad barrió los pies de Vivi a los 8 minutos del choque ante el Rápido de Bouzas.
La temporada siguiente tampoco se libró pese a estar inconclusa por el covid: primero fue el crash del Chatón, al que desgaste de uno de los cartílagos le obligó a estar cinco meses de baja; después la rotura de cruzado de Uxío festejando su gol de penalti en Guijuelo y, finalmente, el quinario de Serrano con dos operaciones de rodilla incluidas.
Parecía que de vuelta de la pandemia el ‘mal fario’ había deshabitado el Helmántico: ahora es Joel el que, como Pumar, cayó desplomado con la rodilla crujida en el Fondo Sur. En serio, algo pasa. Algo no está bien.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.