A Johan Guzmán (25 años, San Juan de la Maguana en República Dominicana) los gritos de “uh, uh, uh”, que le dedicó en un gesto despreciable “un sector de aficionados del Real Avilés” el pasado domingo en el choque del CD Guijuelo en el Román Suárez Puertas ... —tal y como describe en su acta el colegiado gallego Juncal Moreira— no le han borrado la sonrisa. Ni mucho menos: “No lo consiguieron los que antes ya me habían gritado en otros campos y tampoco estos...”, espeta el portero chacinero. “Te tienes que reír de ellos, yo he sido criado con mucho amor y ellos entiendo que no, por eso no afectan a mis sentimientos”, les replica el cancerbero internacional con República Dominicana ya en frío antes de volver al minuto 71 de partido, donde el árbitro decidió parar y alertar por megafonía de lo que estaba sucediendo: “Ya llevaba un rato escuchando todo tipo de cosas con tinte racista, y, como he hecho siempre, pasé de ellos. Hubo un momento en el que a Trapero escuchó los gritos con claridad y se lo comentó al árbitro. Entonces se me acercó y comentamos lo que estaba ocurriendo, yo en ningún momento me dirigí a ellos porque no se lo merecían, simplemente hice mi partido, y si perdí tiempo es algo de fútbol, de nada más, el que no quiera entender esto tiene, como se vio, un problema”.
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El colegiado, escuchado el testimonio del meta dominicano no lo dudó, se fue derecho al delegado de campo para informarle que tenía que anunciar por megafonía un mensaje solicitando el fin de los insultos racistas “o suspendería el partido”: “Escuchar gritos racistas es algo que me lleva pasando toda la vida, lo que no me había pasado era lo de la megafonía y, la verdad, me gustó. Me pareció una señal de respeto. Yo tenía muy claro que quería acabar, que no quería que se suspendiera, y además hacerlo de la mejor manera posible, como fue, ganando. Al final me dirigí a la grada y se lo dije, que me cantaran lo que ellos se quedaban con los gritos y yo con los tres puntos, que en el fútbol es lo que cuenta”, revela entre risas.
Una vez en el vestuario sus compañeros se volcaron con el arquero: “Se lo agradezco a todos su preocupación, pero se lo dije y lo tengo muy claro: esto va a ser muy difícil que se acabe en el fútbol, hay gente utiliza este deporte y a los negros para refugiarse de sus desgracias, como sé que es su problema y no el mío, como digo, no me afectó ni me afecta”, concluye antes de agrandar todavía más la sonrisa hablando de la primera vuelta de su equipo: “Eso sí que es para flipar, como decís por aquí. No me esperaba para nada estar así a estas alturas de Liga. Yo ya se lo digo al míster: a ver cuándo nos salvamos de verdad y nos ponemos a pensar en cosas más bonitas. La verdad es que lo que estamos haciendo ante gente que ha jugado en Primera, Segunda y Primera Federación es espectacular. Ojalá esto siga así en la segunda vuelta”.
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