El talismán del Salamanca para enderezar la temporada

En la campaña 2017-2018, el Salamanca tenía como único objetivo ascender a Segunda B. Al final de la primera vuelta estaban en puestos de playoff con 40 puntos pero las sensaciones eran que tendrían complicado conseguir el salto de categoría. En el tramo final de la campaña tuvieron varios despistes que les pudieron costar caro, pero finalmente con una última jornada épica se metieron en las rondas de acceso a Segunda B y rompieron todos los pronósticos para subir en Santiago ante el Compostela.

Ya en Segunda B, el Salamanca comenzó la segunda fase de la temporada en la zona baja de la tabla y con el fantasma del descenso a Tercera siempre presente. 27 puntos en los últimos 19 encuentros fueron suficientes para salvar la categoría en Vigo ante el Celta B. Objetivo cumplido.

En la 2019-2020, en la primera vuelta el Salamanca estaba a seis puntos del playoff de ascenso a Segunda, pero en sensaciones todo era muy distinto. Esa tendencia se trasladó a los campos y el equipo entró en caída libre. El coronavirus dio por finalizada la Liga antes de tiempo.

El curso pasado, con el nuevo formato, fue pésimo para el Salamanca hasta la llegada de Lolo Escobar. El madrileño cogió al equipo último con solo tres puntos en ocho encuentros en la peor situación de los últimos años. Una segunda parte de la temporada llena de puntos propició que al menos el club no bajara dos categorías y solo perdiera una para dar con sus huesos en Segunda RFEF.

A este tipo de remontadas en las segundas vueltas es a lo que se aferra ahora el cuadro de Antonio Calderón. Pese a estar en descenso, el Salamanca tiene los puestos de playoff a Primera RFEF a solo 7 puntos con 18 partidos por delante y 54 puntos en juego. El mercado de fichajes marcará si se produce o no el enésimo resurgir del conjunto salmantino en el tramo final de la temporada.