Miércoles, 29 de marzo 2023, 18:27
Sufrir para ganar en casa y meterse en la puja por mantenerse en la categoría. El Santa Marta superó con creces al Mirandés B en el San Casto, bañó de ocasiones la portería de Iago y se ayudó en un gran Mito para hacerse con ... el triunfo final. El final estuvo cargado de nervios, algunos más de los que debió sufrir los de Alonso.
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El primer aviso del Santa Marta llegó tras una genialidad de Mito transformada en caño y, de seguido, probó suerte disparando desde 30 metros, aunque sin fortuna. El Santa Marta estaba bien, diferente. La tendencia daba el dominio de juego y de las ocasiones a los locales.
Hachi y Tomi estaban siendo las referencias arriba, mientras que Ortega no tuvo que intervenir hasta bien pasado los minutos. Al instante, centro lateral de Tomi, bien colocado al segundo palo que llegó pasado a Rivas, rematando de cabeza con ligera dificultad. Los nervios por la situación clasificatoria estaban presentes. Por esto, el colegiado llamó la atención a Alonso y anteriormente mostró amarilla a Asensio, muy encendió en el inicio del partido.
Con el paso de los minutos llegó otro intento tormesino. Ahora, obra de Asensio. Aprovechando un balón muerto desde 20 metros, probó con un disparo que tuvo una trayectoria irregular. Al Santa Marta no le pesaba el balón en tres cuartos de zona. Sin embargo, faltaba un delantero arriba que tomase la responsabilidad del ataque. Tomi estaba haciendo un encuentro correcto, pero con él en punta el puesto del 9 se estaba viendo desaprovechado.
Nuevo ataque de los tormesinos tras un disparo lejano y casi sin esperarlo llegó la primera llegada de los de Miranda de Ebro: Nene se metió basta adentro y con un centro-chut obligó a Ortega a intervenir con los puños para desviar el cuero.
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Del susto a la alegría local en el 37’. Mito apareció para hacer de las suyas y finiquitó un rechace a la salida de un córner con un disparo de media volea para superar la portería rival. Todo eran alegrías, incluso minutos después con un intento tormesino desde el centro del área que acabó transformándose en una acción de peligro tras rozar el poste de Iago.
La segunda mitad fue más irregular para los de Alonso. Las sustituciones no le sentaron bien a los locales, que sufrieron el primer ataque contrario al minuto de juego tras un centro lateral que acabó con el remate de cabeza de Nacho.
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Parecía que el segundo podía llegar tras un rápido contraataque tormesino. Hachi empujó de primeras un balón que le llegó al pie y Tomi, en lugar de disparar, prefirió pasar el cuero, desaprovechando la oportunidad de ataque. La cosa iba de individualidades, ahora Mito acaparaba el protagonismo. Se gustó, actuó de matón en el centro del campo tras robar el balón y perfiló portería con un disparo que el meta paró con ligera dificultad.
Pasado el cincuenta se animó a disparar hasta Guille, que aprovechando que estaba adelantado sobre el verde, miró a portería y le pegó. El cuero acabó marchándose desviado. Estaba siendo un día de disfrute. También hubo un momento para una acción peligrosísima del Santa Marta: Hachi se fue en velocidad y el meta se hizo grande en el uno contra uno, desviando el disparo del atacante del Santa Marta. En la siguiente acción, volvió a pegarle desde dentro del área tras recibir el balón, aunque acabó parándolo el meta.
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En el 75’, el juego se volvió a favor del Mirandés B, pero las acciones más peligrosas seguían siendo para el Santa Marta. Los de Alonso buscaron una contra peligrosa que pudiera servirles para ampliar el marcador. Sin embargo, la recta final estuvo sometida a grandes sufridores. El susto se metió en los cuerpos de los tormesinos tras un balón parado que obligó a Ortega a lanzarse para evitar el gol. Para fortuna local, el asistente señaló fuera de juego.
Tocó sufrir. Desde luego el final fue para tomar nota y revisarlo durante la semana. El equipo, ante un flojo Mirandés B, se apalancó y no mostró seriedad para evitar los ataques visitantes. En el 86, se vio reflejado el miedo perder los tres puntos.
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El Mirandés B estuvo a punto de hacer el 1-1 en el 86’ tras un barullo dentro del área y en el 90, Ortega puso la cara, nunca mejor dicho, para salvar al Santa Marta. Un fuerte remate desde el área pequeña fue desviado por la cara del meta, teniendo que ser atendido una vez salió el balón del verde.
La última acción fue para Quetglas, del Mirandés B. Con un recorte en el pico del área disparó suave a las manos de Ortega en el tiempo de descuento. El pitido final soltó la locura en el San Casto. Con el triunfo, el Santa Marta suma diez puntos en los últimos cinco partidos.
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