El Salamanca UDS vuelve a la senda de la victoria con autoridad (3-0) ante el Júpiter Leonés

El conjunto de María Hernández suma su tercer triunfo del curso tras el traspié del San Casto con un gol de Peli y doblete de Gabri Salazar

Domingo, 2 de octubre 2022, 21:22

El Salamanca UDS mostró madera del líder autoritario que aún no es en la tabla, firmando una obra redonda como respuesta al traspié del San Casto. Y lo hizo desde el mismito arranque.

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El conjunto de María Hernández reaccionó al pitido inicial de Lorenzo Torres como un resorte: el once en busca de la portería de Diego. Casi sin tiempo para que desde el Fondo Sur se diera el primer golpe de bombo, Marc Padilla ya había pisado área. Su jugada, tras dos rechaces, quedó en nada. Como la contra que Alvarito se sacó de la manga con una simple presión al rival a renglón seguido: mientras galopaba se le debieron de pasar mil cosas por la cabeza y ninguna clara, pues cuando se quiso dar cuenta el campo se le acababa. Optó por centrar, que era la peor de las opciones. Y todo lo bueno hecho antes quedó en agua de borrajas.

Peli luego lo tuvo más claro: zapatazo al canto desde la frontal... Entre estos dos –que fueron los que mantuvieron la correa frente al cloroformo del paso de los minutos– más Gabri Salazar trenzaron la acción ofensiva definitiva: el extremo robó y salió de la presión de manera chispeante, sin pensarlo bombeó un balón con comba hacia el punta madrileño para que hiciera lo que mejor sabe, que es bajar el balón con el pecho y retenerlo en la corona del área hasta que, con la autovía ganada, Alvarito apareció con la velocidad del AVE para acabar con el cuadro: su disparo cruzado todavía lo acertó a desviar Diego, que luego, ya tumbado sobre la raya de gol, nada pudo hacer cuando Peli –a la chita callando– apareció con la picardía de un segundo punta para adelantar al Salamanca UDS en el marcador.

El tanto a favor dejó sonado al Júpiter Leonés, y eso lo supo aprovechar como nadie el conjunto de María Hernández en exhibición de madurez: un córner cedido por el equipo leonés en una jugada incruenta del conjunto de María Hernández acabó por dinamitar el choque a favor del Salamanca UDS, para alegría de las dos alas abiertas del estadio Helmántico. El balón colgado al área lo remató a la remanguillé –caía a cámara lenta– Gabri Salazar con el tobillo, y toda la intención del mundo, ya no poner tierra de por medio, sino una losa granítica sobre el Júpiter Leonés. 2-0. Al bisoño filial de la Cultural le fue imposible levantar en los más de cincuenta minutos que quedaba aún por disputarse ya no solo el partido, sino el ánimo. Y tan contentos, debió de pensar María Hernández con los deberes hechos desde el minuto 37.

Así de simple y así de fácil, en una lectura rápida del encuentro. Pero hubo dónde rascar en el debe del equipo: al Salamanca UDS –tan lanzado hacia la portería rival por momentos– le cuesta retroceder una barbaridad: Guti parecía el Mbappé de antes de encerrarse en su cárcel de oro, un jugador tan vertical como letal. Y, está claro, no lo era. ¿Cómo puede ser que ni Peli, ni Gustavo en un primer lance, ni José Rodríguez ni Fabio en última instancia pudieran ya no robarle el balón sino frenarle en seco para evitar un mal mayor, que según se iban descontando pasos hacia la meta de Miguel la grada veía venir? El caso es que el jugador del Júpiter recogió el balón en medio campo y acabó pisando área, y tan solo Gustavo con una intervención a la desesperada logró desviar su remate a córner. Este domingo salió cara, pero...

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En el debe también quedará –de manera injusta porque– la que, puede, haya sido la mejor jugada de trenza de lo que llevamos de Liga ya no solo en este estadio, sino en toda la Tercera Federación. Fue una pena que no acabara en gol la excelente acción que abrió al poco de arrancar la segunda mitad Amaro en banda izquierda, que prosiguió por Diego Benito –previo amago con centrar del capitán blanquinegro–, que dibujó sin moverse del sitio en el que recibió el balón –el pico del área– una parábola preciosa al enviar el centro al área con el exterior. Peli rizó el rizo con un taconazo de categoría ganada la posición en el área pequeña. Y a Gabri se le cruzaron las piernas de Fer y Jairo por el camino para taponar lo que hubiera sido, sin duda, un gol antológico.

El fútbol luego se lo quiso recompensar al delantero madrileño con un balón en bandeja de plata en la corona del área: su derechazo, que se coló por la mismísima escuadra [3-0], fue una masterclass para los alevines que hacen de recoge pelotas.

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