Sábado, 17 de septiembre 2022, 22:48
El Salamanca está raro. No es el de los últimos años. Está viviendo una situación de lo más extraña. El cuadro de María Hernández hoy ganó su segundo partido de Liga y suma seis puntos de los seis posibles. En un club acostumbrado al incendio permanente, estas semanas de bonanza deportiva y sin ninguna polémica más destacada de lo normal se afrontan frontándose los ojos...
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El Salamanca este sábado se impuso al Almazán a base de insistencia (2-0) y demuestra que de momento el juego no es para tirar cohetes pero que los encuentros se sacan adelante. Los sorianos, dentro de los que hay en el grupo, es uno de los rivales para estar arriba y prueba de ello es que sigue casi toda la plantilla del curso pasado, cuando acabaron segundos solo superados por el galáctico Guijuelo.
En el minuto 2, un Amaro muy activo buscó la escuadra desde fuera del área y el meta visitante salió den envite mandando el balón a córner. Era la carta de presentación de este Salamanca, que quería a por el partido desde el primer suspiro. Un minuto después era Peli el que también probaba el sabor del disparo y el esférico se iba alto.
El Almazán esperaba a que el arreón inicial del Salamanca se fuera apagando y así fue. Con el paso de los minutos los visitantes salían de la trinchera y a la contra buscaban escaramuzas para tomar la portería de Miguel del Río.
Corría el minuto 19 cuando Fabio cede a Miguel del Río una bomba envenenada que casi acaba en gol en propia puerta si no es por la reacción del meta para mandar el esférico a saque de esquina. El Almazán estaba al acecho.
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Antes del descanso, Benito y Joel tuvieron otras dos ocasiones claras para el Salamanca, pero el conjunto salmantino se iba al descanso con algo de impaciencia y es que los 45 primeros minutos habían pasado y todas las ocasiones se habían ido al limbo.
La segunda mitad arrancó con la misma premisa de atacar la portería del Almazán sin mirar atrás. A pecho descubierto. Es el Helmántico y el Salamanca tiene que mandar sobre el tablero. Se seguían repitiendo las ocasiones del Salamanca y acecho cada vez era más. Era proporcional cómo crecía la intensidad de los ataques con la impaciencia al ver que no entraba el balón.
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El reloj del colegiado pasaba del minuto 75 y empezaba la franja crítica. En el 76 llegó una jugada ajetreada en la que hubo de todo como un balón al larguero, rechaces, petición de penaltis... El balón llegó al balcón del área y Diego Benito se sacó una volea para hacer el primero. Se acabó la agonía. Respiraba aliviado el Helmántico al ver que por fin había entrado ese gol que el Salamanca llevaba buscando desde el primer suspiro.
La metamorfosis del Almazán fue total y es que levantó bajó la palanca del cerrojazo defensivo y levantó la del ataque para irse a por el empate. Por aquel entonces, el Salamanca y el Helmántico estaban relajados con el marcador a favor y ahora esperarían al Almazán. También cambió por completo el Salamanca que era ahora el que no arriesgaba y solo quería que el tiempo pasara hasta certificar su segundo triunfo en Liga. Mientras, con el Almazán sin escudo, afloraron los espacios y en ese ecosistema los de María Hernández se veían menos atenazados hasta que en el 89 un robo de Mari propicia una contra en la que cede dejando solo a un Gabri Salazar que con sangre fría sienta al defensa y al portero y fusila a placer.
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Otra victoria del Salamanca que suma dos triunfos sin encajar gol y sin sufrir en exceso para demostrar que es el rival a batir.
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