Domingo, 9 de abril 2023, 23:00
El Guijuelo saca un punto de su visita al Polvorín Lugo B en un partido en el que no hubo nada reseñable. Los de Mario Sánchez esperaron agazapados su momento -que no llegó-, pero la expulsión de Caramelo trastocó los planes teniendo que ... defender aún más el área de un Lugo B que necesitaba más que un empate.
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Los nervios volvieron a apoderarse de un Guijuelo durante los primeros minutos del partido. Pese a no haber un dominador claro del balón, los locales cogieron poco a poco confianza ante unos chacineros que se quedaron a remolque de lo que decidiera el rival. Por tónica general. Las sensaciones ante del partido no eran esas precisamente. Ante un filial del Lugo, en zona de descenso, se esperaba que los de Mario Sánchez se plantaran en el césped con la seguridad suficiente como para abrir el marcador al comienzo, pero no fue así. Aunque el primero en probar suerte fue, aún así, el Guijuelo, con un disparo de Álex Lorenzo y otro de Caramelo que se fueron desviados, la realidad del resto de los primeros cuarenta y cinco minutos fue diferente.
El Polvorín avisó al Guijuelo desde el minuto 10 con un remate de Parga a centro de Martín, y el peligro por parte de los locales no cesó, hasta el punto en el que Mario Sánchez tuvo que hacerse notar a través de varias voces a sus jugadores para espabilaran. No surtió demasiado efecto en ellos, sobre todo para un Roberto de lo más nervioso que se precipitó en varias ocasiones al intentar sacar el balón con los pies. Errores que pudieron pagarse caro. El Guijuelo estaba a expensas de lo que hiciera el de enfrente, esperando un fallo. Un fallo que no se dio y que hizo al Guijuelo conformarse con el 0-0 hasta llegar al descanso. A los locales un empate no les valía.
Al igual que terminó la primera mitad, comenzó la segunda: un disparo desde la frontal de los locales buscando a Roberto que, atento, atrapó sin demasiado problema el balón. Sin embargo, volver a rodar se le resistía a un Guijuelo que tenía problemas para salir de una leve presión de los locales. Aún así, los chacineros lograron mantener unos buenos minutos que les daba algo de tranquilidad, ya que no fueron capaces de entrar en el área hasta la salida de Toti al terreno de juego. El regreso del extremo a la convocatoria y al césped trajo un aire fresco que revolucionó al equipo en ataque. Con él en el once parecía que realmente existía la posibilidad de que el Guijuelo se llevara los tres puntos ayer, pero la alegría duró poco. Una acción equivocada de Caramelo le costó una roja directa y obligó a Mario Sánchez a reestructurar el esquema. Lo que conllevó cambios inesperados y sacrificios por el bien del equipo.
Si el Guijuelo dependía del Polvorín, en un diez contra once tuvieron poco que hacer, ya que los locales se hicieron con el control del balón. Las posiciones en la clasificación se notaron en el último tramo del partido, aunque la energía juvenil tenía más que aportar. En el minuto 84 llegó la acción más clara del partido para los gallegos: Leandro se plantaba en un uno contra uno ante Roberto, pero el jugador local se equivocó al lanzar al primer palo, el palo que tenía dominado el guardameta visitante. Lamentaron la acción que les podía haber dado la victoria, mientras que los chacineros suspiraron aliviados. En los últimos minutos Willy apareció para intentar darle la vuelta a la historia con un zapatazo que se desvió por la izquierda de la portería y también Toti tiró de veteranía intentando pillar a Julen desprevenido, pero no coló. El Guijuelo vuelve a dormir en zona de playoff, pero tiene que despertar para asegurarse el puesto.
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