El Salamanca consiguió la permanencia en Segunda División B el pasado domingo 19 de mayo. Diez días después se han llevado a cabo algunas renovaciones y se está trabajando en liquidar todos los pagos de la temporada pero la confección de la plantilla está atascada. Y es que en los despachos ahora gran parte de los esfuerzos se pierden en problemas de una organización inexistente que frena el avance del club. Hay jugadores ya mirados a los que solo falta hacerle la oferta y negociar con ellos pero hasta que no se decida quién va a ser el entrenador no se quiere avanzar tampoco en los fichajes.
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En el Salamanca no se sabe quién manda. Manuel Lovato preside el club, invierte dinero en el proyecto pero parece que no tiene la última palabra en todo ya que la familia Iglesias (Agapito Iglesias y su hijo Víctor) forma parte de la dirección del club. Agapito Iglesias no está ni cerca de la primera línea de fuego pero sí su hijo Víctor, que es el encargado de velar por los intereses de su familia y encabeza la dirección deportiva. Todo son ambigüedades en los despachos por una falta de claridad que provoca malentendidos y ruido.
Desde el principio del proyecto ha habido un miedo terrible por parte del club a desvelar quién estaba detrás. Con Carlos Martín todo estaba controlado ya que era la cara visible en Salamanca mientras que en Zaragoza y México dirigían desde la distancia. Martín negaba por activa y por pasiva que los Iglesias estaban detrás y no dejaba a nadie acercarse a Manuel Lovato. Ahora, con la marcha del salmantino todo ha cambiado y el primer periodo de inactividad deportiva ha destapado este problema de base.
Dos criterios para fichar. La planificación del próximo proyecto en estos momentos camina por dos vías. Por un lado, Manuel Lovato va a elegir al entrenador del Salamanca la próxima campaña, con la intención de que sea mexicano, y quiere traer a varios futbolistas más allá del Atlántico. Los futbolistas españoles los elegirá la parcela deportiva que a día de hoy encabeza Víctor Iglesias. Y del resultado de ese mix saldrá el Salamanca 2019-2020. En el mundillo de representantes, directores deportivos y gente del fútbol se preguntan cómo va a ser el próximo Salamanca. Por un lado, Víctor Iglesias llama a la calma y a no disparar las fichas como se hizo la pasada campaña con la premisa de dejar claro que en el Helmántico no se regala el dinero a los jugadores, mientras que por otro Manuel Lovato sí quiere seguir invirtiendo el mismo dinero que el año pasado en plantilla ya sea en el mercado español o mexicano. Es decir, por un lado se intenta ahorrar y por otro ir a por todas en el mercado.
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