Los jugadores de Vitigudino accediendo al vestuario para jugar tras uno de sus viajes. LAYA

Los jóvenes salmantinos que recorren 400 kilómetros a la semana para poder jugar al fútbol

Andrés, Carlos, Aure y Alonso se hacen tres viajes semanales desde Vitigudino a Salamanca para competir | “Es una pena que un pueblo con tanta afición no tenga un club donde podamos jugar”

Martes, 14 de febrero 2023, 14:45

Que en su pueblo no haya fútbol no significa que los chicos que allí residen no practiquen este deporte. Casi siempre lo hacen entre ellos mismos de manera desordenada dónde se tercie; pero hay un porcentaje que, con el esfuerzo, de sus familias se visten ... de corto con los colores de uno de los 31 clubes que militan en la base de Salamanca. Ese es el caso de Andrés, Carlos, Alonso y Aure, que siendo naturales de Vitigudino y cerrando las puertas su club el pasado 2020, han encontrado un refugio en Salamanca capital; a casi 400 kilómetros de distancia entre las veces que tienen que hacer el trayecto de ida y vuelta para poder entrenar y jugar. “Andrés y Carlos llevan dos temporadas y el resto han empezado esta temporada”, explica su compañero de vestuario y amigo de partidos en Navidad, Semana Santa y vacaciones en el pueblo, Mario Sánchez. “Da pena ver que tu pueblo se queda sin fútbol. Porque afición hay, desde pequeño hemos jugado mucho allí.

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Antes estaba el club, pero con la pandemia desapareció y los chicos que seguían teniendo ganas de competir pues se han tenido que buscar la vida. Desafortunadamente no hay gente que esté interesada por sacar adelante de nuevo al club y aquí tienen que venirse”, explica el jugador del Salesianos original de Vitigudino; al igual que el máximo responsable del club, Bienvenido Romo: “Sabíamos de la situación de los chavales y como el año pasado no lo dudé, le abrimos las puertas y le dimos todas las facilidades. Si no hay equipo allí, que haya jugadores”.

De hecho, por Vitigudino Mario Sánchez ha decidido bajar dos categorías —militó la temporada anterior en Regional y ahora está en Segunda Provincial—: “El fútbol cuando ya llevas años en la cantera te da amigos. Y ellos lo son, como también los otros compañeros del vestuario. El fútbol une y eso es lo que ha hecho con nuestro caso”, explica antes de meterse en harina de su situación deportiva: “La verdad que el nivel y la exigencia se nota mucho, al fin y al cabo, es bajarse dos categorías. Pero aquí, con amigos se disfruta del fútbol”.

“Yo hice todo lo que pude y luché todo lo que tuve que luchar”, apuntó a este diario tras la desaparición del club su presidente y coordinador Antastasio Corral. Lo cierto es que el alambre entre los 3 y 2 equipos en los que se movía el club en los últimos tiempos, asfixiados por la despoblación, se rompió con la pandemia: “Entre unos que les daba miedo, otros que si el instituto y los estudios y que no teníamos cantera de abajo porque no hay niños, y los pocos que hay en el pueblo hacen fútbol sala porque es más cómodo, nos llevaron al adiós definitivo”, aludió los motivos del cierre con doble vuelta de llave de su campo de fútbol.

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