Cedrick y Marcial juegan juntos, como tantas otras veces, en una de las canchas de la plaza de Burgos LAYA

Goles nacidos de la plaza de Burgos: la historia de Marcial y Cedrick

La pasión por el gol se ha transmitido de padre a hijo en las canchas de Capuchinos

Jueves, 24 de noviembre 2022, 15:40

Tras la comida en casa de los Ndatou no hay otra cosa en la cabeza que no sea el fútbol. “Coge el balón”. Son cerca de las 16:00 horas de un día cualquiera de cole; la plaza de Burgos (barrio de Capuchinos) les espera como siempre desde que Cedrick no levantaba dos palmos del suelo.

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Los bloques de edificios rodean cuatro canchas de fútbol sala. Y allí, con la intimidad que dan los plataneros, en el campito junto a la confluencia de las calles Bierzo y La Bañeza, padre e hijo se confiesan con el gol. Marcar tantos (Marcial es un clásico de la Regional de Aficionados, antes Guijuelo, Ciudad Rodrigo o Salamanca, y ahora Ribert) es la pasión del padre transmitida al hijo (Cedrick, alevín A del Salamanca).

Los dos son ‘pichichis’ en sus equipos: 5 “golitos” lleva Marcial en la Regional de Aficionados, 23 Cedrick en la Primera provincial. “Le gusta un montón”, revela Marcial orgulloso y sin que se entere; el pequeño (ya no tanto, ha pegado un buen estirón con respecto a la temporada anterior) se entretiene estrellando el balón con delicadeza en el poste, en el travesaño, en la escuadra...

“Que se divierta. Es su último año en Fútbol 7. Luego veremos si es mejor que yo, él lo dice mucho, pero de momento no”, dice en tono competitivo; ese gusanillo que da el querer ganar siempre que tiene aún instalado, pese a la veteranía. El mismo que le hace pensar en que no se retirará “hasta que me dé el relevo este”.

No va a ser pronto, a Cedrick aún le quedan por quemar las etapas infantiles, cadete y juvenil. Cinco años, como muy poco. Y puede ser, el padre quiere y el niño “es super atento a todo lo que les explicamos en los entrenamientos”, explica Jonatan Martín, su entrenador, que pone en valor las horas de cancha: “Tiene un manejo de las dos piernas que las da la calle y también el uno para uno”.

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A Marcial se le da la hora de volver al trabajo entre consejos de “esto” y “aquello”. Para Cedrick aún no es tarde. Y ahí lo dejamos, en plena plaza de Burgos perfeccionando su relación con el gol.

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