Arriba (de izq. a dch.): Cordo (entrenador), Jesús, Aitor, Moha, Juan, Rodrigo, Gonzalo, Hugo, Darío, David y Jesús (entrenador). Abajo (de izq. a dch.): Yashin,Álex, Iker, Giovanni, Óscar, Loren y Jhon.

El club más pequeño del fútbol base salmantino

El Promesas de Villoria está formado por tan solo 17 jugadores y un equipo, el infantil que milita en Tercera División

Miércoles, 16 de febrero 2022, 10:28

El club más pequeño de todo el fútbol base tiene campo propio —es de hierba natural— que se llama El Arenal y se encuentra ubicado a un poco más de 39 kilómetros de la capital. Su nombre es: Promesas de Villoria, que ya el año pasado —pese a que la temporada era no competitiva— se colgó ese ‘galón’ de ser el club con más modesto de cuanta. Un solo equipo en liza y 17 jugadores, ni uno más ni uno menos.

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“Eso no quiere decir nada”, dice Cordo, el técnico del equipo que salió al rescate, “junto con otras personas”, del club de su pueblo. “Aquí siempre había habido mucha afición al fútbol, y la sigue habiendo”. Y el caso es que “por circunstancias” el club estuvo al borde de la desaparición, como ha sucedido con otros tantos —caso de históricos como el Vitigudino, el Monterrubio o El Encinar— pero entre el que fuera lateral zurdo, entre otros del filial de la UDS, el equipo ha logrado mantenerse con el hilo de vida que le da el equipo.

Lo cierto es que la trayectoria del club en las últimas temporadas había sido decreciente. En la campaña 2016/17, en pleno boom de la base, alcanzó un techo nunca visto en la historia reciente del club rojiblanco al sumar un total de seis equipos. Cinco y cuatro conjuntos habían tenido las dos temporadas anteriores. Tras alcanzar esos 6 conjuntos (que equivalen a las 6 categorías de cantera), el club empezó a sufrir la ‘despoblación’: la campaña siguiente tan solo tuvo cuatro equipos y la de la explosión abrupta del covid, tan solo 3. A partir de ese momento el club entró en un punto que parecía de no retorno y que se ha conseguido salvar a través de este único conjunto infantil que cuenta con una base de jugadores locales y otros de localidades cercanas “como Calvarrasa de Abajo”.

Al margen de la historia del club hasta llegar a este punto, ¡está la competición, y el hilo de vida no es uno cualquiera, vista la temporada: el conjunto de El Arenal es cuarto clasificado de la Tercera División infantil, suma 21 puntos y, hasta la fecha, no tiene término medio: o gana (7 choques) o pierde (6). “Estamos muy contentos con la experiencia”, afirma Cordo. “Es verdad que nos costó empezar un poco porque los chicos daban el salto del Fútbol 7 al Fútbol 11 y eso se nota. Nos costó adaptarnos a este campo y estas dimensiones, pero la plantilla en cuánto ha cogido las distancias solo hace que crecer. De hecho, la segunda vuelta es mucho mejor que la primera”.

Dentro de la idiosincrasia propia de este club de base con un solo equipo está tener campo propio y con libre disposición, algo que contrasta con campos de la capital con alta demanda que obliga a repartir un solo terreno de juego en tres: “Eso de tener campo propio, con un Ayuntamiento que ayuda mucho y pone lo suyo, es algo que nos ayuda a retener a los chicos, que, por circunstancias en los últimos tiempos están prefiriendo marcharse a equipos de la capital aunque las condiciones para crecer como futbolistas sean peores”, afirma.

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