Las incógnitas de la tránsfuga María Montero

Mirobirgense de 39 años, María Montero es ahora la procuradora en Cortes más popular después de que el pasado viernes, tres días antes de debatirse la moción de censura contra la coalición de Gobierno PP-Cs, abandonara por sorpresa la disciplina de la formación naranja para pasar a ser parlamentaria autonómica no adscrita. La trayectoria política de María Montero arranca en 2015. Entonces era una joven autónoma que regentaba la zapatería familiar a la que Ciudadanos ofrece ir como número ocho en la candidatura a las elecciones municipales que encabezaba Joaquín Pellicer. No obtuvo acta de concejal, pero pese a ello, y gracias a su trabajo y constancia, pasa a ser la coordinadora de la agrupación de la formación naranja en Ciudad Rodrigo.

Con ideas más cercanas a la izquierda, la toma de contacto inicial de Montero con la ‘política regional’ se produce la primera semana de febrero de 2019, cuando en pleno Carnaval del Toro organiza un acto para Francisco Igea en Miróbriga durante las primarias que le medían a Silvia Clemente. El ahora vicepresidente de la Junta queda encantado con aquella visita a Ciudad Rodrigo y apunta el nombre de María Montero en la misma libreta que el de Ana Suárez. El flechazo político entre ambos le lleva a ocupar el número dos en la candidatura de Cs a las Cortes Regionales por la circunscripción de Salamanca. Se impuso de esta manera Montero a quienes se inclinaban por que esa posición en la lista fuera para el diputado provincial Jesús Luis de San Antonio. Obtuvo la confianza de los votantes y empezó así su etapa en Valladolid con energía.

Montero ha sido una parlamentaria activa en el hemiciclo, lo que le ha llevado a presidir la comisión de Sanidad y la que analiza el Plan de Medios de la Junta, obteniendo por ello una remuneración económica de unos 40.000 euros anuales. Desde hace pocas fechas, la mirobrigense tenía una de las dedicaciones exclusivas rotatorias que correspondían a Ciudadanos, algo que elevaba ostensiblemente sus percepciones económicas hasta los 70.000 euros. Este aspecto hace “inexplicable” para muchos de sus compañeros la decisión que tomó el pasado viernes. La relación de Montero con Igea y con el portavoz del grupo, David Castaño, se había ido deteriorando paulatinamente y según cuentan sus allegados Montero lo pasó realmente mal hasta el punto de abandonar por sorpresa el chat de procuradores que compartían todos ellos.

Una de las principales discusiones entre Montero y el vicepresidente de la Junta se produjo con las restricciones planteadas por el Gobierno autonómico durante la pandemia y la asfixia que a su juicio han tenido los autónomos durante estos meses. Muchos de los que la rodean se hacen la misma pregunta: ¿Son estos motivos suficientes para irse de Cs perdiendo tanto dinero? Algunos de ellos creen que Montero, junto a otras dos de sus compañeras, escucharon los cantos de sirena del PSOE previos a la moción, y que ella fue la “valiente” que dio el primer paso sin que nadie la secundara. Ahora se le abre un nuevo escenario: reintegrarse en el grupo como le pidió este martes a Igea, votar en conciencia cada iniciativa o dejar el acta. Lo último ya se lo ha planteado.