Las anécdotas de una moción de censura sin sorpresas

Dentro de lo aburrido que puede ser seguir una moción de censura, que desde este fin de semana apuntaba a que no tenía ningún viso de salir adelante, la jornada en las Cortes de Castilla y León dejó algunas anécdotas para el recuerdo.

Quizás la más simpática la protagonizó la procuradora del PP por Zamora, Leticia García, quien a la hora de votar, en un principio dijo sí -es decir era favorable a la moción de censura presentada por Luis Tudanca- e inmediatamente se dio cuenta de su error y gritó un no bien claro, ante la sorpresa y las risas del resto de parlamentarios.

Por otra parte, hubo dos procuradores de las Cortes que no pudieron acudir al pleno por motivos médicos y votaron telemáticamente. Uno de ellos fue el socialista salmantino Fernando Pablos, quien votó antes de ser operado de la rodilla en el Hospital de Salamanca. El otro, fue el representante de Ciudadanos burgalés José Ignacio Delgado quien acaba de recuperarse de una infección de coronavirus que le ha mantenido en el hospital casi un mes, con ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos incluida.

Pero una de las estrellas del pleno fue el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien quiso acercarse hasta Valladolid para apoyar con su presencia a su líder regional Alfonso Fernández Mañueco, y acaparó la atención de toda la prensa.

A pesar de estar todo el día aplaudiendo las intervenciones de sus líderes, los del PP y Ciudadanos todavía tuvieron tiempo de continuar dando palmas, al más puro estilo tablao flamenco en los pasillos del edificio.

Al menos aplaudiendo, no se durmieron.

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