Los viñedos olvidados de Salamanca

Los viticultores de la provincia de Salamanca se encuentran desprotegidos por las ayudas aprobadas por el Gobierno para paliar los efectos de la pandemia del coronavirus en el sector.

Así lo cree Miquel Udina, director técnico de la DOP Sierra de Salamanca, al señalar que “este tipo de ayudas van dirigidas a zonas de mucha producción, no sirve de nada a las DOPs pequeñas centradas en producir vinos de calidad. Hay tres vías: te pagan por destilar, por tirar la cosecha al suelo o por almacenar vino. Ninguna de las tres es el tipo de ayuda que necesitamos en nuestra zona”. Especifica que se trata de ayudas del Ministerio y espera que la Junta aporte también alguna medida aunque, por el momento, no se conoce.

Aún es temprano para pronosticar cómo será la campaña próxima, de modo que los viticultores trabajan con el producto que tienen en sus bodegas. En ese aspecto, se han dado dos situaciones diferentes: según explica Miquel Udina, este año se han emitido un 20% más de tirillas (contraetiquetas de la DOP) entre enero y mayo respecto a los mismos meses del año pasado. Eso implica, añade, “que hay bodegas que están vendiendo bien, sobre todo a exportación”. Pero también se da el caso, como ya señaló al principio de la crisis José Carlos Martín, de Santibáñez de la Sierra, que hay otras bodegas que han parado las ventas porque lo hacen a nivel local y, sobre todo, a la hostelería, que ahora comienza a abrir poco a poco sus instalaciones aunque sea en precario.

Dadas las circunstancias, la DOP ha ideado varias formas de colaborar con las bodegas. Así, se ha retrasado el pago de cuotas o se ha comprado material de protección de forma centralizada. Igualmente, se han llevado a cabo acciones de promoción con actuaciones digitales. En este sentido, Udina señala que “hemos suspendido todas las actuaciones de promoción física, posiblemente para el resto de 2020 y nos centraremos en presentaciones a través de videoconferencias, con sumilleres-periodistas especializados. El 10 aniversario será en junio, pero retrasamos la celebración al año que viene”. También, añade, que van “a hacer un curso de servicio de vinos para los hosteleros de la zona, que será la continuación de la primera parte, que hicimos en siete municipios junto a 80 hosteleros con Adriss y dirigido sobre todo a socios de la Ruta del Vino”. Los controles de calidad tanto en bodega como en el viñedo se mantienen “al cien por cien” y, como resaltó también el director técnico de la DOP, “este año, si no falla nada, ya podremos hacer vino blanco en DOP con el Rufete Serrano Blanco, que es también una buena noticia”.

El resumen es claro, concluye: “nos preocupa la evolución, pero esperamos que aumente el turismo interior y se revalorice el medio rural”.

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