Viernes, 8 de julio 2022, 10:31
Si un miembro de una comunidad de bienes cumple con los criterios para ser considerado agricultor activo, la comunidad de bienes en cuestión también lo será. Este es uno de los últimos cambios que el Ministerio de Agricultura ha introducido en el Plan Estratégico de aplicación de la futura PAC en España y que el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda, presentó a comunidades autónomas y organizaciones agrarias la semana pasada.
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Este asunto había generado mucha polémica en las últimas semanas, después de que el Ministerio introdujera unos requisitos para el cobro de las ayudas de la próxima PAC por parte de las comunidades de bienes que la mayoría de ellas no habría podido cumplir. Finalmente, se ha optado por una solución consistente en que, si un comunero está dado de alta en la seguridad social agraria o cumple el criterio de que el 25% de sus ingresos individuales procedan de la agricultura, la comunidad de bienes será agricultor activo.
Lo mismo se aplica a los miembros de otras entidades en régimen de atribución de rentas, como las sociedades civiles. Y, en caso de que no se cumplieran esos requisitos, la entidad podría modificar su condición en 2023 para convertirse en una sociedad mercantil, sin que se considerase que había creación de condiciones artificiales para percibir las ayudas.
Otro de los ajustes introducidos a última hora en el Plan Estratégico es que las oleaginosas se quedarán sin ayuda asociada a partir del año que viene.
En la negociación de los términos del mismo que se viene llevando a cabo con la Comisión Europea, esta última no ha considerado la inclusión de estos cultivos (girasol, colza y soja) en el plan proteico, que contará con un 2% de los pagos directos de la PAC a partir de 2023. Se quedarán, por tanto, sin la ayuda asociada que venían percibiendo hasta ahora y que se recogía en el Plan Estratégico presentado inicialmente por España.
La propuesta ahora es destinar los 45 millones de euros previstos para estos cultivos a incrementar la ayuda básica a la renta de las regiones donde se producen (en concreto en las regiones de secano 1, 2, 3 y 4). Esta alternativa no convence ni a los responsables de la Consejería de Agricultura ni a las organizaciones agrarias de la región, que subrayan que la ayuda quedará muy diluida y que irá a los productores de cultivos de secano tanto si se dedican a las oleaginosas como si no. Desde la Consejería mantienen la confianza que todavía pueda haber una rectificación de esta decisión por parte de Bruselas.
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También se ha introducido en el Plan un cambio en el ecoesquema de cubiertas vegetales inertes, que excluía cualquier práctica de laboreo en estas superficies. Ahora el Ministerio admite ciertas labores superficiales que no impliquen volteo de la tierra.
La intención del Ministerio es que el Plan esté finalizado y enviado a Bruselas a mediados de julio, para que pueda ser revisado y aprobado de forma definitiva en septiembre. Paralelamente está trabajando con el Ministerio para la Transición Ecológica en la evaluación ambiental estratégica, aunque este último departamento solo emitirá su evaluación sobre el texto final del Plan Estratégico.
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