La raza más longeva de España es la morucha, con una media de vida de 7,91 años según un informe del Ministerio de Agricultura (2021). Y la vaca de esta raza de mayor edad tiene la friolera de 24 años, vive, como casi no podía ser de otro modo, en una finca de Castillejo de Martín Viejo, en Salamanca, y, para el asombro de los ganaderos, incluida su dueña, Ana García, tendrá próximamente otro ternero.
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Es negra, preciosa, con un cerco blanco alrededor de los ojos. Su propietaria no piensa llevarla al matadero. “Se merece que la dejemos morir en el sitio en el que nació por todo lo que nos ha dado”, cuenta Ana. Esta vaca ha parido casi cada año (las nodrizas tienen su primer parto entre los 2 -4 años) y aún sigue.
La ganadera le tiene mucho cariño a esta vaca, que además es muy mansita, y reconoce que tiene hasta curiosidad por saber qué edad puede llegar a alcanzar. “Vivirá hasta que ella quiera”, dice, y, riendo, comenta que es algo que otros ganaderos no entenderán sobre todo al precio que se paga ahora la vaca vieja, el más elevado desde que hay datos en la Lonja de Salamanca.
Ahora el miedo que le da es que le va fallando al animal su facilidad para defenderse de ataques de alimañas del campo, como los meloncillos, y sabe que, en un futuro, lo más probable es que pierda los dientes y llegue a tener dificultades para comer. De momento no tiene ese problema, aunque Ana se preocupa de que no le falte pienso y alfalfa.
La probablemente vaca más vieja de España vive en “Malperal” con otras 57, de las que algo más de 40 son también mayores, de entre 15 y estos 24 años. Ahora tiene una docena entre añojas y utreras para preparar el relevo. “La morucha es una raza a la que en principio no se le ve una rentabilidad económica pero que a la larga tiene porque es muy longeva y muy buena madre, con muy pocas bajas en partos. A largo plazo es una raza muy económica”, destaca Ana. Además resalta que no hay carne como la de la morucha en sabor y textura. “Lo que pasa es que la gente está acostumbrada a la carne blanca”.
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En cuanto a su docilidad, esta ganadera se ha encargado de demostrar que la morucha es una raza mansa. De hecho, en Salamaq de 2019 Ana García invitó al presidente de la Junta a peinar dentro de un corral a tres becerras moruchas que llevó a la feria -”Jara, “Mora” y “Zarza”- y Alfonso Fernández Mañueco accedió. Ana sabía que no había riesgo porque mantiene que la bravura de la morucha le venía de que “antes se le echaba el toro bravo porque se quería ganado bravo a costa del morucho”. Ella pasea entre sus vacas y no es raro verla agarrar a los toros por los cuernos.
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