Martes, 30 de marzo 2021, 12:54
La cada vez mayor presencia de gente en los caminos por la pandemia pone en cuestión una de las propuestas “estrellas” del Ministerio para la Transición Ecológica en relación al lobo: fomentar la presencia de mastines en las explotaciones y condicionar el cobro de indemnizaciones en el caso de ataques al ganado a esta medida junto a otras como tener pastores eléctricos, vallados y cercados fijos.
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El Ministerio, en el borrador de la Estrategia del Lobo, apunta de forma indirecta la peligrosidad de estos perros al considerar “fundamental” que el ganadero realice “un seguimiento estrecho de su comportamiento con el fin de corregir lo antes posible cualquier tipo de problema de conducta” y entre las medidas de protección del lobo incluye la contratación de pastores.
Los ganaderos se preguntan quién puede pagar a un pastor - tampoco son fáciles de encontrar- y advierten que ahora casi nadie vive ya en las fincas y que los mastines pasan la mayor parte el día solos.
Además los que frenan al lobo son los que están ‘lobeados’. ‘Si les enseñamos a no atacar, al final no protegen tampoco el ganado’, advierte un ganadero de Zamayón.
Los mastines ahora suelen salir a los caminos y aunque la mayoría los tienen asegurados con ovejas o vacas, reconocen que no están tranquilos.
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