Viernes, 11 de febrero 2022, 17:21
El informe del Plan de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD- correspondiente al mes de enero y dado a conocer este pasado jueves, identifica los sistemas de Águeda, más los de Tera, Órbigo, Pisuerga y Támega-Manzanas en situación de sequía prolongada y al del Tormes -además del de Riaza-Duratón, Carrión y Arlanza- con un indicador muy cercano a esa calificación conocida también como de sequía meteorológica. En el próximo informe mensual de sequía es muy probable, según indica la CHD, que la sequía prolongada afecte a más del 70% de la superficie de la cuenca.
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Con respecto a la situación de escasez, conocida como sequía hidrológica, están en alerta el Alto Tormes y Támega-Manzanas y en prealerta, Tera, Carrión, Pisuerga, Cega, Bajo Duero y Torío-Bernesga. Las demás unidades están en situación de normalidad.
En la actualidad, los embalses de la cuenca gestionados por la CHD almacenan 1.802,3 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 62,6% de su máxima capacidad. Este valor se sitúa ligeramente por debajo de la media de los 10 últimos años (era de 1.817 hectómetros cúbicos y un 63,2%) y está 19 puntos por debajo de la situación de hace un año, cuando estaban al 81,5% con reservas de agua que superaban en algo más de 500 hectómetros cúbicos a las actuales.
Preocupa la situación de los embalses y también el de Santa Teresa, principal de Salamanca para el riego, a pesar de encontrarse ahora al 61,5% de su capacidad. El problema es que si la semana anterior perdió 1,4 hectómetros cúbicos de agua, desde el pasado lunes hasta este jueves fueron otros 0,6 en un momento en el que no hay salida de agua hacia los cultivos. Además, y como señaló la CHD, a diferencia de otros años las reservas de nieve actuales en su cuenca vertiente son nulas.
No obstante, y a pesar de que el pasado año el embalse tenía 100 hectómetros cúbicos más y está 40 por debajo de la media de los últimos 10 años, el riesgo de no poder desarrollar una campaña de regadío normal está más en riesgo en otras zonas. En concreto, califica de “especialmente comprometida” la situación de los embalses palentinos que abastecen a los sistemas Carrión y Pisuerga, dado que el volumen almacenado es un 25% inferior a la media de los últimos 10 años. No obstante, la campaña de riego en toda la cuenca dependerá del volumen de agua embalsada a su inicio, el 1 de abril.
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