Ganado en el campo charro. ARCHIVO

El aviso del principal experto en tuberculosis bovina: “Relajar el saneamiento es como engañarnos al solitario”

Está a punto de presentar un estudio de tuberculosis encargado por la Junta para buscar soluciones a lo que ocurre en Salamanca, donde subió la prevalencia a la enfermedad en 2021, con Béjar ahora como más afectada

Miércoles, 27 de abril 2022, 19:39

Christian Gortázar es licenciado en Veterinaria, doctor por la Universidad de Zaragoza y profesor titular en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos -IREC-. Considerado el principal experto en tuberculosis, la Junta le encargó un estudio en Castilla y León, que está a punto de presentar.

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Christian Gortázar, investigador del IREC. | ARCHIVO

–2,53 de prevalencia en Salamanca, con Béjar y Vitigudino por encima del 5%, ¿cómo interpreta los datos?

–Los datos no me sorprenden porque están en línea con los de las campañas pasadas. Influyen muchos factores, por ejemplo, la atomización, la fauna silvestre... En la zona de Vitigudino, por ejemplo, el ganadero mueve sus vacas de un prado a otro y, al final, funcionan como un enorme rebaño en contacto, como por ejemplo pasa en la zona de Vitigudino. Si tienes 10 puntos de agua y 10 puntos de alimentación, multiplicas el riesgo y también al tener más vecinos porque hay más probabilidad de contacto entre unos y otros.

–El ganadero se adapta a las parcelas de las que dispone, ¿qué solución puede tomar?

–Muy mala solución porque parte consiste en evitar la dispersión. Se puede hacer, por ejemplo, una concentración parcelaria ganadera pero es muy difícil de llevar a la práctica. Por ejemplo, en el caso de que el riesgo esté ligado a pastos comunales, no usarlos reduce el riesgo.

–Dice que influye la fauna, algo que hasta ahora se reconocía para Ávila pero no para Salamanca, ¿en qué manera afecta a la prevalencia de tuberculosis?

–Algunas comarcas de Salamanca están clasificadas como de especial riesgo, lo que implica un reconocimiento de la importancia de la fauna. Además, cuando nos implicamos desde el IREC suele ser porque hay algún riesgo asociado a la fauna. Hemos visto que sí influye. Además del jabalí hemos comprobado que otro factor de riesgo es el tejón y el problema es que el jabalí es una especie cinegética y, en cambio, el tejón es no cazable, así que hay que buscar herramientas. En el Reino Unido llevan décadas peleando con el tejón pero allí la solución está en evitar su contacto con la ganadería y eso supone encerrar vacas por la noche y mantener el depósito de comida en la nave, pero aquí no se puede. Complicado.

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–La Junta apunta a un 2,08% de prevalencia de la fauna tras 8 positivos en 385 muestras... ¿Cómo cuantificaría su influencia en la tuberculosis?

–En realidad nosotros (IREC) no hemos estudiado las prevalencias de tuberculosis en fauna en la zona de Vitigudino. Nuestro estudio se ha centrado en los riesgos de tuberculosis en las explotaciones ganaderas. Es muy difícil saberlo porque no hay tanta caza como en otras zonas y por eso no es fácil obtener muchas muestras. Vemos que es relativamente alta, como en Ávila. En Extremadura y más al sur la prevalencia de la fauna es muy alta.

–En Salamanca cada vez son más los ganaderos que están hartos, que dicen que por muchas vacas que sacrifiquen la tuberculosis no desaparece.

–Lo de ‘estamos hartos’ no vale porque hay muchos factores que hacen que el objetivo sea erradicar la tuberculosis: es el comercio, con la posibilidad o no de exportar, pero también es una cuestión de salud pública, de sentido común trabajar para erradicarla. Es normal que estén preocupados por este problema, me parece absolutamente comprensible y lo que hay que hacer es buscar una solución integrada.

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–¿A qué se refiere con solución integrada?

–Frente a cualquier enfermedad pueden aplicarse distintas herramientas de control. Las campañas de testado y eliminación son la herramienta básica en la UE, pero también está la bioseguridad, entre otras. Los ambientes de dehesa, como Salamanca, son particularmente complejos porque los pastos se comparten entre distintas especies animales capaces de participar en la transmisión de la tuberculosis. Por ello, no basta sólo con el saneamiento, sino que hay que recurrir también a cambios en la gestión de los riesgos de interacción entre distintas especies.

–¿Cómo se explica que un ganadero que lleva años ‘limpio’ de repente tenga un positivo?

–Pueden ser muchas circunstancias. Algún movimiento de ganado que ha hecho, contacto con ganados vecinos, también puede ser mala suerte... Si solo sale una vaca puede haber cogido la tuberculosis en el ambiente, en contacto con fauna. Cuando salen más, la explicación suele ser distinta.

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– Hay cambio en la Consejería, ¿es posible para bajar la tuberculosis rebajar la exigencia?

–Los países se coordinan a nivel europeo, no hay mucho margen. En Castilla y León, como ocurre en otros lugares, hay zonas con la tuberculosis más enquistada que en otras y eso no es culpa de los ganaderos ni de la Administración, porque también influyen otros factores. En Salamanca, por ejemplo, el clima y el paisaje facilitan el mantenimiento de la tuberculosis. Creo que conviene repensar las actuaciones en esas zonas enquistadas, recurrir a la innovación. Espero que discutamos novedades en el próximo congreso de tuberculosis animal, en junio en Irlanda.

– ¿No hay posibilidad de vacuna para la tuberculosis?

–En España, de momento no. En el Reino Unido están trabajando en una.

–¿Qué pueden hacer los ganaderos de Salamanca?

–Tenemos experiencia con medidas de bioseguridad y muy buena en Navarra. Vimos que la mejora de puntos de agua y reducir riesgos hizo que no volvieran a tener ningún problema.

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–En una situación como la de Salamanca, ¿sería flexible con el saneamiento como se ha hecho hasta ahora, con una vuelta o iría a ser más estricto?

–La solución integrada requiere usar varias herramientas pero, además, usarlas bien. Eso implica, por ejemplo, dos vueltas anuales -por la falta de sensibilidad de la prueba- y un buen control de movimientos. Relajar el saneamiento es como engañarnos al solitario. Pero dicho esto, en algunas situaciones especiales sí creo que pueden repensarse las estrategias de control. Por poner un ejemplo fuera de la región, no creo que en Doñana sea posible acabar con la tuberculosis solo a base de sanear vacas.

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